(GRAN CANARIA EN SU ENCRUCIJADA (y CXII -112-)
Katsav's mark of shame is a badge of honor for Israel
La vergüenza de Katsav es un distintivo de honor para Israel.(Titular del Editorial de “HAARETZ.com” de 23 de marzo 2011)
“Incluso si la sentencia es reducida en una apelación, hay una cosa que no cambiará: Que la persona que firmaba las leyes de Israel y tomaba juramento a sus jueces será castigada muy severamente por violar esas leyes e irá a prisión durante años.”
“Los jueces del Tribunal del Distrito de Tel Aviv, George Karra, Miriam Sokolov y Judith Shevach pusieron ayer un hito para el Estado de Israel.”
El Tribunal del Distrito de Tel Aviv condenó el pasado día 22 de los corrientes a Moshe Katsav a siete años de prisión por el delito de violación cometido con empleadas a sus órdenes durante su mandato como ministro de Turismo y más tarde como presidente de Israel. Esta sentencia, precisamente por recaer sobre la que ha sido primera autoridad del Estado de Israel desde 2000 a 2007, ha dado muestra y ejemplo de lo que significa en una democracia, en la que el imperio de la Ley y el Derecho es inamovible y la aplicación “del que todos los ciudadanos son iguales ante la Ley” es un hecho y no es pura falacia.
Israel, un Estado joven donde los haya, ha demostrado con esta sentencia que goza de una justicia independiente a todas luces, realidad que naciones con muchos siglos de historia ya quisieran para sí, especialmente naciones como España, la nación más antigua de Europa como unidad nacional.
La sentencia de la justicia judía en el caso de Moshe Katsav me hace sentir envidia del pueblo judío porque ha demostrado que goza de una Justicia totalmente independiente, cosa que España, después de sus muchos siglos de existencia como Nación, está aún por conseguir, a pesar de que La Constitución española actual así lo estipula. España tiene a su justicia acogotada y rehén de la política en los grandes temas nacionales, inmersa en un páramo desértico que produce desazón y desaliento a la inmensa mayoría de los españoles que con gran ilusión apostamos en su día por la Democracia, la cual nunca será completa mientras la Justicia (jueces y fiscales) no sean totalmente independientes de los otros dos poderes, el legislativo y el ejecutivo.
‘Chapó’ al pueblo de Israel que ha sabido cimentar en muy corto periodo de tiempo una democracia con el bastión de la Justicia con absoluta independencia de los poderes ejecutivo y legislativo.
A cuento de la citada sentencia, el diario digital israelí “HAARETZ.com” ha publicado el pasado día 23 un editorial sobre la importancia de esta sentencia para el Estado de Israel que, por su relevante contenido, reproduzco a continuación íntegramente y en su versión original. Caso de que el lector precise de la traducción del texto en otro idioma puede recurrir al traductor de este blog y elegir la lengua deseada ‘pinchando’ sobre la bandera correspondiente.
Las Palmas de Gran Canaria, 24 de marzo de 2011.
Daniel Garzón Luna
Katsav's mark of shame is a badge of honor for Israel
Even if the sentence is reduced in an appeal one thing will not change: That the person who used to sign Israel's laws and swore in its judges will be severely punished for violating those laws and will go to jail for years.
Haaretz Editorial
District Court judges George Karra, Miriam Sokolov and Judith Shevach set a milestone for the State of Israel yesterday. They placed the severity of former President Moshe Katsav's sexual offenses and the prominence of his position on the scales of justice. They thought about it and shifted Katsav's position of authority to the side of the offenses. They deliberated further and decided that Katsav is a serial sexual offender, and they sentenced him, by majority vote, to seven years in prison.
Even if the sentence is reduced on appeal to the Supreme Court, coming closer to Shevach's suggested four-year prison term, that will be nothing but a quantitative change to the fundamental fact that the person who used to sign Israel's laws and swore in its judges will be severely punished for violating those laws and will go to jail for years.
The person most responsible for Katsav's fall from grace is the former president himself. While holding public office, posts that became increasingly high in stature, he abused his authority to force his desires on women who happened to fall within his purview. When he got into trouble, he lied and defamed his accusers in an attempt to portray himself as victim rather than assailant.
In 2008, Katsav rejected the controversial, generous and overly lenient plea bargain he was offered by then-Attorney General Menachem Mazuz. Instead of sobering up, expressing remorse and asking for forgiveness, Katsav continued to attack the victims, the witnesses, the prosecution, the media and the courts, demonstrating to the country that there would be no rehabilitation for him.
His sentence, in addition to punishing Katsav and compensating the victims, also sends two important messages. It encourages victims of sexual offenses to speak out about the crimes, no matter how high and mighty is the assailant, and it deters public figures from believing in the illusion that their position will buy them immunity. The courts have already convicted former ministers Yitzhak Mordechai and Haim Ramon of sexual offenses, but they were not sentenced to jail; now the Katsav trial demonstrates even more forcefully that the police, the state prosecution and, ultimately, the judges do not automatically attribute to prominent men a tendency to attract false complaints from women. From here on, all senior officials will know that their job titles do not, in the words of the judges in the Katsav case, constitute a hunting license. It's no great comfort, but Katsav's mark of shame is a badge of honor for Israel's police investigators, prosecutors and judges.
No hay comentarios:
Publicar un comentario