GRAN CANARIA EN SU ENCRUCIJADA

GRAN CANARIA EN SU ENCRUCIJADA

sábado, 28 de noviembre de 2009





Repetición, por su rabiosa actualidad, del artículo que sigue, publicado el 24 de noviembre del 2008

24 noviembre
EL FANTASMA DE LA RECESIÓN ENCOJE AL MUNDO, PERO...¿QUÉ PASA CON CANARIAS?
EL FANTASMA DE LA RECESIÓN ENCOJE AL MUNDO, PERO…¿QUÉ PASA CON CANARIAS?
Es norma, dentro del ‘manual’ de comportamiento de la presidencia de la Casa Blanca en situaciones de crisis mundial, de transmitir a la sociedad norteamericana, y al mundo en general, imágenes placenteras del presidente jugando al golf en su mansión o rancho de retiro. El dar una sensación a los suyos y al resto del mundo de que ‘todo está bajo control’, que ‘no pasa nada’ y que los EEUU tienen recursos para afrontar cualquier reto es el A B y C de dicho ‘manual’. Por consiguiente, lo que hemos podido presenciar este fin de semana en que el presidente del país aún líder del mundo haya prescindido de la foto de ‘obligado cumplimiento’ jugando al golf en momentos de crisis y se enfrascara en una reunión al más alto nivel con líderes mundiales con el fin de encontrar una salida a la crisis financiera y económica que asola al mundo, a la recesión en el crecimiento económico en que ya ha entrado Occidente, especialmente, y al pavoroso fantasma de la inflación que suele cerrar filas como tercer ‘jinete del apocalipsis’ -el despido masivo de trabajadores y el chorro de cierres de empresas ya es un hecho-, es una prueba inequívoca de la gravedad de la situación
Y dentro de esta vorágine de posicionamientos dialécticos por doquier sobre lo demoníaco y lo divino del sistema económico de libre mercado y frenética actividad de los más altos dirigentes mundiales ¿qué decisiones se están tomando aquí en Canarias por parte de nuestras fuerzas vivas responsables de la marcha de nuestra economía para hacer frente a esta situación? A la vista de lo que se está ‘moviendo’, podemos aseverar que ninguna. ¿Ninguna decisión con la que está ‘cayendo’?, puede que se pregunte el lector; sí, efectivamente, ninguna de efectos a corto plazo. Me explico: Nuestra actividad económica se basa casi en un 80 % en el binomio construcción-servicios (turismo esencialmente) y son los únicos sectores de nuestra economía que pueden contribuir en algo a la reactivación de la vida económica en Canarias en la situación en que nos encontramos; todas las otras actividades que pudieran ser alternativas al citado binomio en esta situación de regresión están inmersas en procesos de estancamiento o desaparición desde hace mucho tiempo, como son el caso de la agricultura y la pesca; por consiguiente, no hay más remedio que recurrir a la única actividad que puede paliar someramente la recesión de la actividad económica en que hemos entrado si se propician las condiciones a la inversión privada para ello. Por tanto, a quienes corresponda, especialmente al Gobierno y a los que tienen la ineludible e inexcusable obligación de apoyarlo desde la oposición en cualquier decisión que tome que pueda aportar algo de ayuda a reactivar la economía, tienen ante sí la inexcusable obligación de desbrozar toda la maraña de normas y burocracia que nubla el panorama inversor para que quienes sigan creyendo que la inversión en Gran Canaria aún tiene futuro apuesten por el riesgo de emprender cosas y puedan hacerlo dentro de un ambiente de más seguridad jurídica y menos incertidumbre que hoy ensombrece el iniciar cualquier proyecto en Gran Canaria.
Ahora cabe hacerse algunas preguntas: Gran Canaria tiene la tasa de paro más alta de todo el Archipiélago -alrededor de las 80.000 personas- ¿existe alguna posibilidad que esta tasa descienda dentro del panorama de extrema inseguridad jurídica, intervencionismo y burocracia que acogota la actividad económica de nuestra Isla? ¿Cree realmente alguien del cuadro de los políticos en el candelero que en la situación de recesión económica en que está inmerso el mundo `podemos esperar que inversores vengan a poner sus dineros en Gran Canaria con la imagen de inseguridad jurídica que nos hemos trabajado? Todo parece indicar que no nos caerá la breva de que vengan inversiones que nos hagan salir de nuestro proceso de destrucción de puestos de trabajo y regresión de nuestro crecimiento económico. Y en el supuesto caso que se produjera un milagro para Gran Canaria y su oferta de empleo sí despuntara con inversiones foráneas ¿en qué sector podría ocurrir, en el cultivo del plátano, del tomate, de la pesca, o reinventando mercado para la cochinilla? No hace falta ser un sesudo economista para saber que ninguna actividad de las citadas contribuirá a paliar el desempleo existente en la actualidad; todos sabemos, y el que no lo sabe es porque no quiere saberlo o no le interesa en sus estratagemas políticas, que el único camino es el binomio construcción-turismo. ¿Y quien nos dice que en la situación de descomposición financiera y económica que vive el mundo del dinero haya inversionistas esperando a que políticos grancanarios les den luz verde para lanzarse a construir hoteles en serie en Gran Canaria? ¿Pero acaso alguien con mentalidad lógica de economía se le ocurre pensar que los más que leoninos condicionantes que contiene el proyecto de ley de Medidas Urgentes elaborado por el Gobierno - y ahora pendiente de discusión en el Parlamento- son un acicate para que inversores vengan a meter su dinero en Gran Canaria en un momento de recesión como está viviendo el mundo? ¿Por qué los políticos que rigen el destino de Gran Canaria no consideran el referente de lo que ocurrió en la crisis turística que abarcó desde 1978 a 1983 y contrastan los datos de la época y podrán constatar que, sin ninguna ley de moratoria existente, en Gran Canaria sólo se construyó un hotel en los seis años de la crisis? ¿Por qué siguen empecinados en mantener una moratoria a todas luces innecesaria y suicida, tanto en lo turístico como en las demás actividades económica de la Isla, en una situación de regresión económica y posible estancamiento en la llegada de visitantes, o, incluso, también regresión? ¿Cómo se le va a dar respuesta a los 200.000 parados que ya están en las filas del paro si la única actividad presumiblemente posible sigue congelada por medio de la Moratoria? ¿Está dentro del cometido del Gobierno la protección de los hoteles existentes y camas extrahoteleras obsoletas de Playa del Inglés no autorizando la construcción de más hoteles en clara injerencia en la economía de libre mercado, del crecimiento económico y, por ende, creación de puestos de trabajo?
Y referente al proyecto de ley de Medidas Urgentes pendiente de debate en el Parlamento y la postura acérrima del ‘bloque inmovilista’ de las izquierdas para machacarlo y obligar al Gobierno a bajarse los pantalones y retirarlo, debo mencionar que sí participo totalmente con Fernando López Aguilar el criterio que debe ser devuelto al Gobierno pero no en la línea que él y su partido, el PSC, persigue que es que se convierta en una nueva Moratoria que sea un cierre total y absoluto a la construcción de nuevos hoteles, sino para que se convierta en una ley derogadora, total y absolutamente derogadora, de la aún vigente Ley de Directrices que ha puesto ‘garrote ’ al cuello de Gran Canaria e inexorablemente la va asfixiando hasta el extremo que ya no somos líderes en nada, ni en el mercado turístico de invierno en Europa en el que sí lo fuimos durante muchos años pero hemos sido desbancados por nuestra competencia, ni en número de visitantes, ni en ingresos por turismo, ni siquiera en la información televisiva del tiempo en las televisiones nacionales, ….aunque sí podemos vanagloriarnos de ser líderes en el número de menesterosos a la puerta de los comedores de Carita, al número de minusválidos físicos y mentales sin una cama en un hospital especializado, al número de los sin techos en nuestras calles y al número de parados que ha aumentado a cifras inimaginables hace una década.
Y a todo esto, con la que está cayendo y la que lleva trazas de caer, el ‘bloque inmovilista’ de las izquierdas grancanarias sigue sólo pendiente y ocupado en ver la forma de poner al Gobierno contra las cuerdas y ‘fusilarlo’, como sea, con actitudes tan de ‘leña al mono hasta que hable inglés’ como las pronunciadas por Fernando López Aguilar, publicadas en “LA PROVINCIA/DLP el pasado día 22, en que dijo: “Vamos a cambiar el Gobierno canario cuanto antes, pero sin atajos”. Siempre pensé que son las urnas las que cambian los gobiernos pero parece ser que el borrador de la ley de Medidas Urgentes reúne la suficiente carga de posible populismo que, bien ‘administrado’, puede franquear esa puerta obligando al Gobierno a retirar el borrador o a añadir aún más exigencias a su ya de por sí leonino articulado de forma que sea ‘infumable’ para cualquier inversor turístico, y, por consiguiente, no se mueva una piedra, fin irresponsablemente perseguido.
Así las cosas, con esta brutal injerencia e intervencionismo en la economía de mercado a la que pertenecemos, con el consiguiente detraimiento, bien voluntario o forzado, de la iniciativa privada, hay que sumarle, porque es una cruda realidad, el anuncio del fin de los fondos europeos para las periferias, una ‘teta’ que ya ha dado lo que tenía que dar, a juzgar por las declaraciones al “CANARIAS7” del pasado día 22 del señor Juergen Donges, director del Instituto de Política Económica de la Universidad de Colonia, uno de los asesores económico de la señora Angela Merkel, canciller de Alemania, que dijo lo siguiente: “Canarias debe empezar a estudiar cómo desarrollarse sin fondos estructurales europeos porque es una de las regiones que, tras la ampliación de la UE, deberá olvidarse de dichas ayudas”.
Ante este panorama, podemos vaticinar que nos va a ir bonito con un Gobierno ‘arrugado’ ante las bravatas de una oposición ejercida a ‘cara de perro,’ más centrada en sus fines políticos que en apoyar y dar soluciones a la recesión económica en que ya está sumida Canarias, con todo el chorro de miseria que expande a diestro y siniestro pero hacia los menos favorecidos, especialmente.
Las Palmas de Gran Canaria, 23 de noviembre de 2008.
Daniel Garzón Luna
Mismo artículo con ilustración gráfica en mis páginas web: http://danielgarzonluna.blogspot.com/ y http://zxcvbn14.spaces.live.com/

miércoles, 25 de noviembre de 2009

LA PRETENDIDA SOBERANÍA BRITÁNICA SOBRE GIBRALTAR



































































LA PRETENDIDA SOBERANIA BRITÁNICA SOBRE GIBRALTAR

El asunto de Gibraltar es un tema añejo, desconocido e ignorado por la gran masa de españoles pero precisamente por lo añejo resulta ser como la dignidad del ser humano, perdura por los siglos de los siglos y el que no la ha perdido en el camino de la vida la conserva como un precioso tesoro y don especial e irrenunciable. La reivindicación de España sobre Gibraltar perdurará siempre, siempre que sigan existiendo ciudadanos sobre la Piel de Toro que sientan a España como la Tierra que les dio la vida y por la simple razón que es un trozo desgajado de España que perdimos temporalmente, y, lo mismo que España perdió su poderío de antaño, igualmente le ocurrirá a Gran Bretaña, por mucho que transcurran años, y entonces habrá sonado la hora de la reincorporación del Peñón a la unidad nacional porque serán los propios mercaderes apátridas del Peñón los que clamen por integrarse en España, esa España que hoy tanto denostan porque el incorporarse ahora a ella significaría para ellos el límite o fin a los negocios fáciles y sustanciosos de la amplia gama de actividades ilícitas que hoy colma de beneficios a los moradores del Peñón. Por tanto, cuando las cañoneras de la Royal Navy vuelvan a casa a guardar sus propias costas de las nuevas invasiones de desesperados, que vendrán, entonces la ‘breva’ estará madura para caer por su propio peso y los monos que hoy moran en el Peñón partirán raudos hacia las tierras africanas de sus antepasados.

De todas maneras, aparte de lo que el futuro nos depare, y antes de entrar en mi comentario sobre los últimos incidentes ocurridos en las aguas españolas de Gibraltar, comienzo por reproducir, en lo que concierne la pretendida soberanía británica sobre el Peñón, el Artículo X del Tratado que se ocupa del traspaso de la propiedad del Peñón a Gran Bretaña por parte del Rey de España, a la sazón Felipe V de Borbón. Veamos el texto del Artículo X:

“El Rey Católico, por sí y por sus herederos y sucesores, cede por este Tratado a la Corona de la Gran Bretaña la plena y entera propiedad de la ciudad y castillo de Gibraltar, juntamente con su puerto, defensas y fortaleza que le pertenecen, dando la dicha propiedad absolutamente para que la tenga y goce en entero derecho, y para siempre, sin excepción ni impedimento alguno”. En el párrafo siguiente dice: “……….que la dicha propiedad se cede a la Gran Bretaña sin jurisdicción alguna territorial y sin comunicación alguna abierta con el país circunvecino por parte de tierra………” (la negrilla y el subrayado no es propio del texto del Tratado).

Como podrá ver el lector, la palabra soberanía no aparece por ninguna parte y no valen interpretaciones interesadas puesto que propiedad nunca es soberanía. De haberse efectuado la venta política con el añadido de la cesión de la soberanía sobre el territorio transferido, los británicos sí podrían alegar hoy que la Guardia Civil se metió en sus aguas, en el supuesto caso que las aguas estuviesen delimitadas. Como el Tratado no les confiere ningún derecho, absolutamente ningún derecho sobre las aguas limítrofes al Peñón pues lo tratado se ciñe exclusivamente a “su puerto”, esas aguas son españolas, total y absolutamente españolas y, si los británicos campean por ellas como si les fuesen propias ha sido y sigue siendo debido a que España ha hecho dejación de hacer prevalecer su soberanía sobre ellas con absoluta determinación ‘in situ’ y en los foros internacionales y haber admitido esta situación como normal cuando debía haber expulsado a los intrusos en sus aguas con los medios que le son habituales a toda policía de frontera. ¿Que esto podría traer consigo una confrontación en el Estrecho con la Armada Británica? Por supuesto que sí, pero para eso pertenecemos a una organización tan importante como es la propia OTAN y un rifirrafe fronterizo entre dos socios no dejaría de obligarla a poner las cosas en su sitio, imperando el peso de la legalidad internacional, el derecho y la razón.

Dejado meridianamente claro que las aguas que circundan el Peñón son españolas y no británicas, y como quiera que los últimos incidentes han sacado nuevamente a colación el asunto de la pretendida soberanía británica sobre el Peñón, quisiera poner de manifiesto algunos equívocos, rayanos en la ignorancia, que imperan en la ciudadanía española sobre esa pretendida soberanía sobre Gibraltar por parte de Gran Bretaña, ignorancia acentuada en los ministros españoles de Asuntos Exteriores, especialmente el tal Moratinos que a micrófono abierto, para más inri, y con el fin de ser escuchado por todo el mundo mundial, especialmente los miembros de las Naciones Unidas, difundió hace días que “España no renuncia a la recuperación de la soberanía sobre Gibraltar”.

Este señor ministro, responsable de las relaciones de España con el mundo fuera de nuestras fronteras, demuestra con esas palabras una ignorancia histórica extrema sobre el contencioso de Gibraltar. Precisamente el ministro español que tiene a su cargo el negociar la devolución del Peñón y que, por tanto, debería conocerse hasta la última coma del Tratado de Utrecht que da soporte jurídico a la presencia británica en el Peñón, lo ignora pero no en el concepto de que pasa de él, que eso le es congénito como lo demuestra su vergonzosa visita a Gibraltar el pasado julio, sino que no conoce su contenido, porque, de lo contrario, no se le ocurriría decir a voz en grito en los micrófonos la estupidez de que España no renuncia a algo que ya tiene y que nuca cedió: la soberanía sobre el Peñón de Gibraltar.

Ha lugar a mencionar de forma muy escueta de dónde viene el ‘lío’ del Peñón con Gran Bretaña. Veamos:

El Peñón de Gibraltar fue una venta política impuesta por el Rey Luís XIV de Francia (también llamado Rey Sol) a su nieto, Felipe V de Borbón, rey de España; que, junto a Menorca y otros trozos de la España de ultramar, fueron entregados a Gran Bretaña a cambio de que Francia no tuviera que sufrir una capitulación denigrante y pudiera conservar ‘los muebles’ manteniendo sus fronteras de la metrópoli casi intocable después de haber sido derrotada en la Guerra europea de Sucesión a la Corona de España por los aliados del Imperio Austro-Húngaro -precursor de la disputa de la Corona por ser el archiduque Carlos de Habsburgo aspirante a la misma- entre los que se encontraban Gran Bretaña. (Es preciso mencionar que, si bien los ejércitos franceses fueron aplastados por los ejércitos aliados, no fue el caso en España donde el propio archiduque Carlos y sus aliados, entre ellos el reputado general inglés de caballería Stanhope, fueron totalmente derrotados en diciembre de 1710 en las batallas de Brihuega y Villaviciosa (Guadalajara)). De esta manera, trozos de suelo español, como Gibraltar y Menorca(Menorca fue recuperada por Carlos III en febrero de 1782), además de territorios de Ultramar, pasaron a ser propiedad de Gran Bretaña que negoció con Francia un armisticio a espaldas de sus aliados. (Esta denigrante traición a sus socios de guerra originó un tremendo revuelo político en Gran Bretaña que dio con los huesos del Ministro de Hacienda (Primer Ministro), Harley, conde de Oxford, en una mazmorra de la Torre de Londres y el Ministro de Exteriores, Henry Saint John, tuvo que exiliarse en Francia de por vida, los dos artífices británicos del Tratado de Utrcht).

Esta cesión fue una venta de suelo que implicaba la propiedad de dicho suelo pero no la soberanía sobre el mismo; por tanto, si bien el mentado Artículo X del Tratado dice que Gran Bretaña puede disfrutar de la propiedad del Peñón a perpetuidad, no menciona en absoluto que la propiedad lleve implícito la soberanía sobre ese suelo y, como quiera que hay mucha desorientación en la ciudadanía española sobre propiedad y soberanía con relación al asunto de Gibraltar, podemos centrar la diferencia en que la soberanía sobre un territorio implica la disposición absoluta sobre el mismo en todo los aspectos y, en el caso de Gibraltar, supondría: propiedad absoluta sobre el suelo y subsuelo, (ojo al factor subsuelo porque en España el subsuelo es propiedad exclusiva del Estado y excluida de cualquier compra-venta, (Ley del Rey Alfonso XI denominada Ordenamiento de Alcalá de 1348 que se ha mantenido en vigor a lo largo de los siglos)- y sólo se puede explotar de alguna forma -caso explotación minera- con autorización expresa por parte del Gobierno de la Nación, potestad transferida ahora a algunas Comunidades Autonómicas); soberanía sobre el espacio aéreo (imposible incluir en el Tratado porque a la sazón solo volaban los pájaros y las cometas de los niños); y soberanía sobre las aguas limítrofes con el Peñón. Por otro lado, un territorio en propiedad -caso del actual Gibraltar- puede perdurar a lo largo de los años pero nunca llevando implícito los derechos enumerados con anterioridad que sólo los confiere la soberanía y que, de tenerlos, podría culminar en la constitución de un Estado independiente.

Así las cosas, podemos aseverar sin equívocos que los británicos están disfrutando, en todo lo que concierne a Gibraltar, de las facilidades que nosotros le hemos permito y otorgado a través de los siglos, como es, por citar un ejemplo, el caso del aeropuerto construido por la cara, -aprovechándose del ‘lío’ español de la Guerra Civil- en el ‘suelo de nadie’ entre las dos fronteras y al que nuestro señor ministro de Exteriores ha dado, con suma generosidad y como cosa de su propiedad, respaldo de legalidad autorizando el aterrizaje de aviones españoles en ese aeropuerto hasta ese día ilegal, y, sin la menor de las dudas, porque su potencia militar ha sido superior a la nuestra ya desde antes de la batalla de Trafalgar y se ha mantenido superior hasta la actualidad en que ellos son una potencia bélica nuclear con submarinos nucleares incluidos y nosotros tenemos lo que tenemos, que no es mucho, y estamos donde estamos, que no es precisamente en la ‘champion league’, aunque así lo crea nuestro querido presidente, como lo demuestra el pim, pam, pum que se han permitido los ‘tommies’ británicos con la bandera roja y gualda que en 1785 Carlos III escogió personalmente (que no Franco) para la Armada española (en 1843, en el reinado de Isabel II, fue institucionalizada para todas las armas e instituciones españolas), precisamente para lo contrario del tiro al blanco ejercitado sobre Ella por los ‘tommies’, es decir, para que en batalla las naves españolas se reconocieran sin confusión y no cayeran en el error del ‘fuego amigo’ lo que no era el caso con la bandera aspada con fondo blanco -cambiado a amarillo por Carlos I- que trajo Felipe El Hermoso de los Países Bajos, bandera ésta utilizada en la época de forma muy genérica.
Este comentario, completo con ilustración gráfica, se encuentra también en mi página Web: http://danielgarzonluna.blogspot.com/
Las Palmas de Gran Canaria, 25 de noviembre de 2009.
Daniel Garzón Luna

sábado, 14 de noviembre de 2009

Y LA MONTAÑA PARIÓ OTRO ENGENDRO: LA LEY DE MEDIDAS URGENTES






Y LA MONTAÑA PARIÓ OTRO ENGENDRO: LA LEY DE MEDIDAS URGENTES
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El ex ministro de Comercio y Turismo del Gobierno de España, hoy presidente del Consejo Superior de Cámaras, en declaraciones a la prensa local la pasada semana, dijo, entre otras cosas, que “Canarias paga un coste por no cambiar el modelo turismo de masas” (Maspalomasahora.com, 5-11-09). Gómez-Navarro ha puesto el dedo en la llaga con simpleza y pocas palabras pero con claridad meridiana y ello obliga, necesariamente, a un análisis de cuáles han sido las causas o razones por las que Canarias, especialmente Gran Canaria (subrayo lo de especialmente Gran Canaria), se haya quedado anclada en el turismo de masas en las tres últimas décadas del siglo XX y no se haya subido en la última década del siglo y comienzos del actual, por lo menos, al carro de la actualización de su oferta turística y adecuación a la demanda que se decantó por la cama hotelera ya en la década de los ochenta y cada día que pasa es más exigente en lo referente a la calidad. A pesar de que una y otra vez escuchamos de boca de no pocos políticos grancanarios el sempiterno postulado por un turismo de alto poder adquisitivo, en la práctica casi todos se montan al carro cuando de poner obstáculos insalvables al desarrollo de ese tipo de turismo se refiere; por consiguiente, la pregunta hay que orientarla hacia las moratorias turísticas que comenzaron con dos en el 2001, les siguió en el 2003 la Ley de Directrices o Moratoria Turística que, si bien se le suponía una duración de tres años por lo que debía quedar sin efectos en abril del 2006, perduró a través de su Disposición Transitoria hasta el 6 de mayo del 2009 -tres años más de ‘reenganche’, ¿ casual o en beneficio del empresariado turístico de Tenerife?- en que fue sustituida por la Ley de Medidas Urgentes, hoy en vigor. Todas estas moratorias turísticas han tenido como objetivo -y la que está en vigor no es diferente- cortar de cuajo toda iniciativa emprendedora en la creación de camas de calidad en hoteles de 4 y 5 estrellas. (En este análisis Tenerife puede darse por excluida pues en la década de los noventa creó suficientes camas hoteleras de calidad como alternativa -obsérvese que digo alternativa y no complemento- a la cama extrahotelera propia del turismo de masas).
Tratando de encontrar las causas por las que Gran Canaria se encuentra sumida en la apatía emprendedora de la gran mayoría del mundo empresarial y el drama que viven los casi 300.000 afiliados al paro y sus familias (podemos decir con un margen de error mínimo que el drama del parado lo sufren también, tirando por lo bajo, dos personas de su entorno cercano, lo que nos coloca en que 900.000 habitantes de Canarias ¡casi el 50% de la población! se encuentra en situación de agobio económico y precariedad), y, sin restar importancia a la sobrevenida crisis económica mundial, podemos señalar como causante fundamental del “coste que Canarias tiene que pagar por no cambiar el modelo turismo de masas”, como apunta Gómez-Navarro, al ‘juguete’ político de las moratorias al desarrollo turístico y fijación de políticos y funcionarios en puestos de suma importancia en un crecimiento cero de nuestra oferta turística, puro suicidio económico en un mercado de libre competencia en el que la innovación de la oferta está siempre en marcha y es la mejor garantía de mantenerse en su primera línea.
En lo que a Gran Canaria se refiere, hay que sumar a las moratorias de la actual década el enredo que se montó el Cabildo con el primer PIOT, aprobado provisionalmente por el Cabildo en 1992, definitivamente aprobado por el Gobierno en 1995, y mandado a la basura por los Tribunales en1998; lo que no quitó que la década de los noventa quedara en blanco para Gran Canaria en la adecuación de su oferta a la demanda de calidad del mercado. Ahora veamos la Ley de Medidas Urgentes aprobada el 6 de mayo del año en curso con el voto en contra del PSC que postulaba una ley ‘plana’, es decir, “ni una cama más”, con amenazas, incluso, de recurrirla ante el Tribunal Constitucional. Parece ser que para el PSC la lista de casi 300.000 parados no existe, es pura ficción y que el propietario de un suelo pretenda ordenarlo para obtener un beneficio, de acuerdo con el derecho que le otorga el Artículo 15 de la Ley del Suelo, es una felonía rayana con el delito. Así nos van las cosas cuando la oposición al Gobierno, que tiene mucho que aportar en una situación de crisis como la actual, se apunta por sistema al ‘niet’ a todo lo que emprenda el Gobierno, tanto si es bueno y necesario para Canarias como si es rechazable.
Esta ley, la 6/2009, denominada Ley de Medidas Urgentes, debería, supuestamente, impulsar nuestra economía y sacar a las Islas, especialmente a Gran Canaria, del ostracismo en que está sumida nuestra actividad económica catapultando a Canarias fuera del estancamiento, ya recesión, en que se encuentra inmerso nuestro crecimiento económico. Esta Ley, una Ley intervencionista y restrictiva de la libertad de mercado y encorsetamiento de la iniciativa emprendedora de los que siguen creyendo que tenemos aún mucho por lo que luchar con éxito, es una más, del rosario de Leyes que una serie de iluminados nos han venido imponiendo desde hace dos décadas, en lo que a Gran Canaria se refiere, y que han terminado por colocar al mundo empresarial y al mundo del trabajo grancanario de cara a la pared y en el callejón de dificilísima salida en que ahora nos encontramos. Hay una serie de ‘entendidos’ en todas las materias, especialmente en turismo, economía y libertad de mercado, con poder decisorio sobre nuestras haciendas, que desde hace décadas levitan y cada día que pasa se encuentran más cerca del cielo y envueltos en las capas gaseosas de la atmósfera con pérdida absoluta del contacto con las realidades terrestres y visión ausente sobre los terribles dramas que la sobrevenida crisis económica mundial está teniendo lugar sobre Canarias que, de ‘motu proprio’, congeló su crecimiento económico desde el 2001, con una alegría que no tiene parangón en el mundo Occidental, y ahora tenemos dos problemas graves: el creado por nosotros y el que nos ha sobrevenido-de fuera.
Como es de suponer, no es suficiente ni de recibo que se critique una Ley nueva sin que se den razones que den soporte razonado a esa crítica. A continuación saco retazos de un Artículo de la Ley de Medidas Urgentes, el Artículo 16, que habla por sí solo del espíritu genérico de intervencionismo con que esta ley sigue poniendo ‘camisa de fuerza’ a la única actividad, turismo/construcción, que puede sacar a nuestra economía del pozo en que se encuentra y puede recuperar nuestra competitividad en lo único que sabemos hacer hoy con el suficiente volumen de generación de riqueza para no perder nuestro nivel de vida: el turismo. Por tanto, a continuación, en síntesis, el meollo del Artículo mencionado para, seguidamente, comentarlo:
Artículo 16 de la Ley de Medidas Urgentes.
En las islas de Lanzarote, Fuerteventura, Gran Canaria y Tenerife, durante el período de tres años siguientes a la entrada en vigor de la presente ley, sólo podrán otorgarse las autorizaciones previas de las exigidas por la Ley 7/1995, de 6 de abril, de Ordenación del Turismo de Canarias, para los establecimientos alojativos turísticos, siempre que sean solicitados dentro de los dos años siguientes a la publicación de la presente ley, cuando tengan por objeto o sean consecuencia de:
(Sobreseo los apartados a), b), c) y d) porque se ocupan de creación de camas, una especie de tómbola de camas compensatorias donde hay que conocer bien la marcha de la ‘feria’ para poder sacar en limpio la edificación de un hotel).
e) La implantación de hoteles de cinco estrellas, de gran lujo, cuya definición, estándares y requisitos se determinarán reglamentariamente, que deberán ubicarse en suelo de uso turístico que hubiera alcanzado la condición de urbano en el momento de solicitar la autorización previa, siempre que cumplan alguna de las siguientes condiciones:
1ª Que se trate de hoteles escuela en los que la actividad hotelera coexista con la formativa ajustada a los programas oficiales de Formación Profesional de grado medio superior en Restauración y Alojamiento, dirigido a un número mínimo de alumnos equivalente a un diez por ciento del número de camas autorizadas.
[Comentario: si el hotel tiene 1000 camas, cifra media, deberá dar formación a 100 alumnos, lo que significa una escuela en toda regla (la Escuela de Hostelería de Lanzarote, por ejemplo, tiene 125 plazas) y con todo lo que ello significa tanto en lo económico como en lo organizativo].
2ª Que, por su titular, se acredite la previa suscripción con el Servicio Canario de Empleo de un convenio de formación y empleo, previa autorización por el Gobierno en el marco de la Estrategia de Empleo de Canarias, en el que asume la obligación de al menos durante el tiempo de seis años desde la apertura del establecimiento, un mínimo del sesenta por ciento de las plazas que componen su plantilla quedarán reservadas para el personal formado y seleccionado con base en el expresado convenio. El proyecto deberá presentarse en el plazo de 18 meses siguientes a la publicación de esta ley, y su ejecución, que deberá llevarse a cabo con continuidad según su programación, habrá de iniciarse dentro del año siguiente a la fecha de su autorización.
[Comentario: se obliga a que durante seis años el 60% de la plantilla del hotel esté compuesta por el personal formado en base al convenio lo que significa que un hotel condicionado por esta ley a una categoría superior a las cinco estrellas tenga que dar un servicio con un personal recién formado, es decir, en absoluto a la altura de la categoría pretendida y, aparte de la visión empresarial sobre esta imposición, está por ver si este apartado de la ley colisiona frontalmente, por solapamiento discriminatorio, con la disposición comunitaria de libre movimiento de personas en la CE]
En ambos casos, la autorización incorporará, con aceptación expresa de su titular, la obligación asumida, que se hará constar en el Registro General de Empresas, Actividades y Establecimientos Turísticos.
Su incumplimiento durante el período obligado tendrá la consideración de infracción muy grave, que se sancionará, en caso de reiteración, con la clausura definitiva del establecimiento.
[Comentario: resulta difícil comprender que en plena crisis económica mundial un parlamento pueda aprobar una ley disuasoria de la inversión de semejante calado puesto que incumplimientos de las exigencias extremas que contempla la ley se producirán con frecuencia y el inversor hotelero, que seguro no será especialista en hotel-escuela, tendrá el ‘impuesto’ permanente de la sanción y un más que posible cierre del establecimiento según criterio del funcionario de turno a quien o quienes el Gobierno le beneficie con el cargo de celador de la marcha del asunto. Es casi imposible el hacer las cosas peor en una situación de desbandada del inversor a consecuencia de la incertidumbre del momento por lo que el pasado junio el Gobierno se perdió una oportunidad de oro para, en lugar de sacar la ley continuista del bloqueo del crecimiento turístico que nos ocupa, haber optado por una libertad absoluta de la iniciativa empresarial o privada que, dentro del desarrollo de los planes parciales aprobados y en vigor, generara actividad económica sin plazos expropiatorios para el desarrollo de sus proyectos que, de esa manera, serian desarrollados cuando hubiera demanda del mercado para ello pero no a la trágala por imposición de un calendario confiscatorio, ya que, en lo que a la ejecución de los proyectos se refiere, esta ley es más parecida a la cronología seguida en el desembarco de Normandía que a la ejecución de un proyecto de hotel en cuyo desarrollo siempre aparecen imprevistos, bien económicos o de trámite admistrativo, que alteran los plazos de ejecución programados, cosa que sería de menor importancia si no fuera porque esta ley lleva implícito la desclasificación del suelo o, incluso la expropiación, si se falta al factor cronológico
Por tanto, ningún inversor foráneo en su sano juicio expone su dinero en un proyecto de hotel con los condicionantes leoninos a que este Artículo 16 obliga y al que se le suma el 17 que tiene apartados puramente expropiatorios. En lo que a inversores canarios se refiere, dudo muchísimo que haya alguno que esté dispuesto a montar, para lucimiento del Gobierno de turno, un hotel escuela con todo lo que ello implica en duplicidad de algunas instalaciones y obligada disponibilidad del cuadro docente necesario, con el 10% de alumnos del total del número de camas y someterse a los rígidos controles que deberá sufrir por parte de los celadores del Gobierno, eso durante seis años que serían interminables, y siempre con la espada de Damocles sobre la cabeza por la infracción muy grave o, incluso, con el cierre del establecimiento si la infracción se repite. Hay que reconocer que a los que han redactado esta ley, y a los que la han aprobado, ilusión y optimismo no les falta. Por mi parte, me arriesgo a vaticinar que en los tres años de duración prevista de esta ley no se construirá ni un solo hotel escuela en Gran Canaria, no precisamente porque actualmente no haya ninguna presión de la demanda en el mercado, que también, sino porque la ley es ‘infumable’ para un inversor; por tanto, el bla, bla de que se propicia la creación de camas de calidad es pura retórica, por lo que seguiremos anclados en el turismo de masas.
En lo que a rentabilidad se refiere, no existe el más mínimo aliciente en invertir en un hotel-escuela en Canarias donde la amortización de la inversión en un hotel puede tomar sus quince años y, en el caso de un hotel escuela de categoría superior a las 5 estrellas, en absoluto estará por debajo de los 20 años, mientras que, de hacer la misma inversión en otros destinos turísticos emergentes (caso de Marruecos, con clima similar al nuestro) o consolidados como pudiera ser Cuba y otros países de Centro América, además de Turquía, el período de la amortización de la inversión está entre los tres y los cinco años, y, además, ninguno tiene la jungla de burocracia urbanística a salvar para poder edificar un hotel como es el caso de Canarias. Hay apartados en los Artículos 16 y 17 de esta ley que merecen un marco colocado sobre la cifra de los 300.000 parados, que estamos a punto de alcanzar, con la indicación: “Esta es la madre del cordero; rogar al Todopoderoso que ‘nunca máis’ se reedite”.
Sí, el señor Gómez-Navarro está en lo cierto, no le falta razón cuando nos dice de forma suave que hemos perdido el carro de la adecuación de nuestra oferta turística (sigo refiriéndome a Gran Canaria) a lo que desde hace dos décadas demandaba el mercado. ¿Y quién paga el pato de ese retraso desmedido en actualizar nuestra oferta de camas al mercado? Los 300.000 individuos de las listas del paro y sus familias como los más afectados. ¿Responsables? Ninguno, Señor, ninguno; todo ha sido por el ‘interés general’ y por proteger ‘nuestro’ territorio de los ‘depredadores’ de su propio suelo. ¿Y los 300.000 parados, son parte beneficiaria de ese ‘interés general’? Esos no cuentan, no pueden formar bulla, están muy ocupados con su hambre y haciendo cola en el INEM a ver si en la ‘rifa’ del día les toca un puesto de trabajo.
Mismo artículo, completo con ilustración gráfica, en mi página Web: http://danielgarzonluna.blogspot.com/
Las Palmas de Gran Canaria, 14 de noviembre de 2009.
Daniel Garzón Luna

viernes, 6 de noviembre de 2009

A CUENTO DE LAS DECLARACIONES DE GOMEZ-NAVARRO SOBRE EL CAMBIO DE MODELO TURISTICO

A CUENTO DE LAS DECLARACIONES DE GÓMEZ-NAVARRO SOBRE EL CAMBIO DEL MODELO TURÍSTICO
El ex ministro de Comercio y Turismo, Gómez-Navarro, hoy presidente del Consejo Superior de Cámaras, ha hecho unas declaraciones en su reciente visita a Canarias en las que vino a decir que Canarias no ha cambiado su modelo tradicional de turismo de masas ante la nueva oferta de aerolíneas de bajo coste y reservas hoteleras por Internet y por ello se vive un proceso de transición “por el que se paga un coste”. No le falta razón al señor ex ministro de la ‘cosa’ turística española pero le ha faltado el añadir que, además de la ausencia de acomodo comercial a los tiempos que corren que debía haber sido asumido por los alrededor de 25.000 propietarios de camas extrahoteleras del mundo ‘empresarial’ de Playa del Inglés, para tener acceso al turismo no de masas, al de calidad, lo primero que hay que tener es una oferta suficiente de camas de alta categoría -hoteleras en su mayoría- para acoger a ese tipo de turismo.
Gran Canaria ha padecido, y sigue padeciendo, el intervencionismo político en la marcha de todo lo que tiene que ver con el turismo en Canarias porque, en primer lugar, ha hecho imposible con su dirigismo el desarrollo necesario de la oferta de la cama turística de calidad que nos mantuviera en primera línea de la oferta turística de invierno en Europa y absorbiera la actividad económica, especialmente la mano de obra, que, forzosamente, quedaría ociosa en ese mar de camas extrahotelras de Playa del Inglés que serian expulsadas del mercado por falta de demanda, ya que el apartamento o bungalow de los años sesenta y setenta no tienen nada que hacer, absolutamente nada que hacer, con perspectivas de negocio, en el mercado turístico actual. Cien mil camas extrahoteleras de Playa del Inglés están condenadas a su extinción como camas turística y, con ello, toda la vida económica que conllevan, debido a que no se facilitó ni permitió el acceso al mercado de un ‘coche’ moderno, suficiente en número y a la altura de la demanda del mercado, que sustituyera al ‘SEAT 600’ de nuestros años sesenta. El afán de no pocos políticos por intervenir y dirigir a través de un control férreo el territorio ajeno en todo lo que se mueva en turismo nos ha colocado en la situación actual: la moral empresarial por los suelos y casi 300.000 personas en paro. Por supuesto que la crisis económica mundial tiene bastante que ver en ello pero nosotros hemos propiciado en demasía, y se sigue propiciando con la feroz burocracia que acorrala a cualquier iniciativa emprendedora, que Gran Canaria llegara a esta situación.
Volviendo a las declaraciones del señor Gómez-Navarro, me permito reproducir, por seguir siendo válida su aplicación, el capítulo XII y último de mi serie “LA NAVE DEL TURISMO GRANCANARIO. EMBARRANCAMIENTO ANUNCIADO. Promoción y Comercialización de Playa del Inglés” publicado en el 2007 en los diarios digitales elindependientedecanarias.com (15-11-2007), en el maspalomasahora.com, en el IBLnews y en mi página Web http://danielgarzonluna.blogspot.com el 16-11-2007, aún colgado en ella con los otros once capítulos. (Recomiendo especial atención en este capítulo a la solución tercera sobre la comercialización).
“LA NAVE DEL TURISMO GRANCANARIO: EMBARRANCAMIENTO ANUNCIADO ( XII y última)
PROMOCIÓN Y COMERCIALIZACIÓN TURÍSTICA DE PLAYA DEL INGLÉS
En este ‘capítulo’, XII y último de mi ‘serial’ “LA NAVE TURÍSTICA GRANCANARIA: EMBARRANCAMIENTO ANUNCIADO”, trataré de forma muy sintetizada la promoción y comercialización turística de Playa del Inglés, tal como la veo para los fines expuestos en el ‘capítulo’ II, “’HOJA DE RUTA’, CON OBJETIVO A ALCANZAR”, publicado en el “elindependientedecanarias.como” el 13-09-2007 y colgado en mis páginas Web de la misma fecha. En este planteamiento apostaba por el turismo de salud como salida a la situación de agotamiento en que se encuentra el modelo actual, considerando los activos con que cuenta Playa del Inglés para poder emprender una nueva ruta con posibilidades de éxito, activos entre los que destaca el factor CLIMA, inalterable a influencias interesadas o gestores inoperativos y sobre el que tiene que descansar cualquier iniciativa comercial que busque la reactivación del mercado hacia lo positivo de la oferta de la cama extrahotelera en Playa del Inglés, porque, con la excepción del factor CLIMA y la playa, no hay ninguna otra razón material, aparte de las que pudiera haber de tipo humano, que haga a un posible turista decidirse por unas vacaciones en un establecimiento extrahotelero de Playa del Inglés en lugar de en cualquier otro destino turístico competidor de Gran Canaria. Por tanto, dedico sólo unas cuantas líneas a las alrededor de 20.000 CAMAS HOTELERAS existentes en Playa del Inglés, que no entran precisamente en la línea de la manida obsolescencia en casi su totalidad, las cuales, aunque sí sufren también las consecuencias del abandono casi generalizado que impera en toda la urbanización por parte de las administraciones competentes, no están en una situación de agobio para poder comercializarse por estar la demanda de la cama hotelera en permanente alza y su gestión está, en casi todos los casos, en manos de consejos de administración con posibilidad de toma de decisiones fáciles y rápidas.
LA CAMA EXTRAHOTELERA -bungalows y apartamentos- que representan unas 80.000 en Playa del Inglés, se enfrenta a varios problemas de muy difícil solución, siendo los más importantes, a mi criterio, los que voy a enumerar a continuación, aunque cualquiera de ellos puede ocupar el primer lugar, según los casos:
PRIMERO: Falta de demanda en el mercado del cliente que le era el habitual, el de poder adquisitivo medio.
SEGUNDO: Propiedad atomizada con la consiguiente dificultad en la toma de decisiones a cualquier efecto.
TERCERO: Dependencia total del turoperador para su comercialización desde los comienzos de su explotación turística -casi desde hace cuarenta años- con total ausencia de la más mínima organización administrativa de comercialización en muchos casos (sólo la firma de un contrato cada seis meses o cada año), y falta, en casi todos los casos, de un archivo de clientes llevado con rigurosidad y con autorización del cliente para que las mejoras que efectúe el establecimiento le pueda ser comunicado en su domicilio, así como las nuevas posibilidades de reservar directamente.
CUARTO: Deterioro del entorno dependiente de las administraciones públicas competentes.
ENFOQUE COMERCIAL POSIBLE CONSIDERANDO LAS CUATRO SITUACIONES NEGATIVAS ENUMERADAS.
PRIMERA: El cliente de poder adquisitivo medio y medio-alto está ya casi perdido para la cama extrahotelera de Playa del inglés y el cliente de bajo poder adquisitivo, que hoy la ocupa casi en su totalidad, debe ir siendo sustituido paulatinamente por clientela de salud, entre mayores y discapacitados físicos. El ganarse esta clientela requiere, además de acondicionar la urbanización para poder recibirla como se indica a lo largo de este mini ‘serial’, una promoción específica en esta línea resaltando la BENIGNIDAD DEL CLIMA para todas las personas afectadas de dolencias propias de las personas mayores como pueden ser reúma y artritis en invierno e intolerancia a altas temperaturas en verano, como suele haberlas en otros destinos turísticos del Mediterráneo, por ejemplo, tan problemáticas para no pocos mayores quienes encuentran aquí lo que en ningún otro lugar a cuatro horas de centro Europa pueden tener. (Por lo menos hasta que entre en auge la cercana costa de Marruecos que disfruta de un clima casi como el nuestro). Gran Canaria está legitimada para utilizar el eslogan de “EL MEJOR CLIMA DEL MUNDO” sin incurrir en publicidad engañosa alguna porque ostenta este galardón otorgado por la universidad de Syracussa de los EE.UU para Las Palmas de gran Canaria y de la Organización Mundial de la Salud (la OMS) para la costa de Mogán, por tanto debe ser utilizado promocionalmente con suma relevancia, contundencia y repetición en toda nuestra actividad de captación de clientes. El Patronato de Turismo grancanario está llamado a desempeñar un papel decisivo para proyectar a Playa del Inglés como el destino ideal y único en Europa para turismo de salud. Los ocho millones de jubilados que tenemos en España, un país de 44 millones de habitantes, nos puede dar una idea del segmento de clientes potenciales que tenemos al alcance de la mano en la Comunidad Europea. Como quiera que esta clientela tenderá a pasar aquí estancias superiores a la de una o dos semanas hoy habitual, la oficina de turismo del Yumbo en Playa del Inglés deberá ser habilitada de forma que pueda asumir las funciones de coordinar actividades lúdicas para personas mayores que hagan posible encuentros sociales y posibilidades de bailes en horarios acorde con la edad. También deben organizar encuentros deportivos -basket ball, por ejemplo- entre discapacitados físicos en sillas de rueda con proyección informativa en las revistas especializadas de esta materia en Europa. Una vez estén instalados los ascensores a la playa, y mientras Costa desarrolla las mejoras que tiene en proyecto en dicha playa, deberán habilitarse plataformas en la playa de planchas de policarbonato, u otro plástico duro, desmontables para acomodarse a cualquier circunstancia, de forma que el discapacitado pueda también disfrutar de ella. Estos y cualquier otras iniciativas que se tomen al respecto deben tener una proyección periodística, no para el consumo interno en la prensa insular que pocos clientes puede aportar sino en la prensa o revistas europeas especializadas en estas materias.
SEGUNDA: El problema de la atomización de la propiedad de la cama extrahotelera para la toma de decisiones es de difícil solución; la salida tal vez pueda producirse cuando esa propiedad vea una actitud emprendedora por parte de las tres administraciones involucradas con hechos y no sólo buenas intenciones, cosa que podría motivar a esta atomizada propiedad a volver a apostar por el turismo invirtiendo en la puesta al día de su propiedad, cerrándose así la puerta a la ‘residencialización’ que tan negativa puede resultar para Playa del Inglés.
TERCERA: Sin salirse precipitadamente del ‘paraguas’ de los turoperadores, los establecimientos turísticos tienen que ir estructurando ya sus propios canales de venta de sus camas aprovechando la inigualable situación positiva y de ventaja que les ofrece el binomio vuelos baratos-reservas directas del cliente vía internet. Este concepto es ya una exigencia del mercado y hay que aceptarlo como tal y con el máximo optimismo, máxime cuando es el único sistema que a medio plaza dará tranquilidad y sosiego al propietario de la cama turística, quien tendrá en sus manos la influencia directa sobre la venta de su producto y ocupará sus camas si las sabe vender bien y se rodea de profesionales para ello. Los complejos con pocas camas tendrán posiblemente que ir a una comercialización unida con otros complejos en la misma situación con el fin de compartir los gastos de esta partida, ineludible en cualquier empresa aunque inexistente desde siempre en casi todas las actividades extrahoteleras de Playa del Inglés.
CUARTA: En lo que al deterioro del entorno se refiere, se puede decir con escaso margen de error que en todo este problema nadie tiene más razones para volcarse en el resurgimiento de la Playa del Inglés que las tres administraciones que tienen que ver con ella porque son ellas las principales culpables de la situación de degradación y deterioro a que ha llegado un destino turístico que por su clima fue el punto de encuentro, especialmente en invierno, de toda Europa y eso hace tiempo que ha pasado a la Historia, aunque manteniéndose el principal activo intocable, el CLIMA, no está dicho que no se pueda volver a recuperar una parte importante de ese pasado. Ahora hacen falta hechos concretos y actuaciones para solucionar los problemas existentes.
Aquí dejo una ‘Hoja de Ruta’ compuesta de doce mini ‘capítulos’ que recogen doce críticas y doce soluciones. Ahora corresponde a quienes corresponda -tanto si han tenido algo que ver con la situación de degradación ambiental a que ha llegado Playa del Ingles como si no- el tomar las decisiones oportunas para que vuelva la ilusión y la esperanza a la gente emprendedora en la zona turística sureña. No olviden que tienen un aliado que no les traicionará: EL CLIMA, EL MEJOR CLIMA DEL MUNDO, AVALADO POR LA UNIVERSIDAD DE SYRACUSSA Y LA OMS.
Las Palmas de Gran Canaria, 15 de noviembre de 2007.
Daniel Garzón Luna”
Las Palmas de Gran Canaria, 6 de noviembre de 2009.
Daniel Garzón Luna