Repetición, por su rabiosa actualidad, del artículo que sigue, publicado el 24 de noviembre del 2008
24 noviembre
EL FANTASMA DE LA RECESIÓN ENCOJE AL MUNDO, PERO...¿QUÉ PASA CON CANARIAS?
EL FANTASMA DE LA RECESIÓN ENCOJE AL MUNDO, PERO…¿QUÉ PASA CON CANARIAS?
Es norma, dentro del ‘manual’ de comportamiento de la presidencia de la Casa Blanca en situaciones de crisis mundial, de transmitir a la sociedad norteamericana, y al mundo en general, imágenes placenteras del presidente jugando al golf en su mansión o rancho de retiro. El dar una sensación a los suyos y al resto del mundo de que ‘todo está bajo control’, que ‘no pasa nada’ y que los EEUU tienen recursos para afrontar cualquier reto es el A B y C de dicho ‘manual’. Por consiguiente, lo que hemos podido presenciar este fin de semana en que el presidente del país aún líder del mundo haya prescindido de la foto de ‘obligado cumplimiento’ jugando al golf en momentos de crisis y se enfrascara en una reunión al más alto nivel con líderes mundiales con el fin de encontrar una salida a la crisis financiera y económica que asola al mundo, a la recesión en el crecimiento económico en que ya ha entrado Occidente, especialmente, y al pavoroso fantasma de la inflación que suele cerrar filas como tercer ‘jinete del apocalipsis’ -el despido masivo de trabajadores y el chorro de cierres de empresas ya es un hecho-, es una prueba inequívoca de la gravedad de la situación
Y dentro de esta vorágine de posicionamientos dialécticos por doquier sobre lo demoníaco y lo divino del sistema económico de libre mercado y frenética actividad de los más altos dirigentes mundiales ¿qué decisiones se están tomando aquí en Canarias por parte de nuestras fuerzas vivas responsables de la marcha de nuestra economía para hacer frente a esta situación? A la vista de lo que se está ‘moviendo’, podemos aseverar que ninguna. ¿Ninguna decisión con la que está ‘cayendo’?, puede que se pregunte el lector; sí, efectivamente, ninguna de efectos a corto plazo. Me explico: Nuestra actividad económica se basa casi en un 80 % en el binomio construcción-servicios (turismo esencialmente) y son los únicos sectores de nuestra economía que pueden contribuir en algo a la reactivación de la vida económica en Canarias en la situación en que nos encontramos; todas las otras actividades que pudieran ser alternativas al citado binomio en esta situación de regresión están inmersas en procesos de estancamiento o desaparición desde hace mucho tiempo, como son el caso de la agricultura y la pesca; por consiguiente, no hay más remedio que recurrir a la única actividad que puede paliar someramente la recesión de la actividad económica en que hemos entrado si se propician las condiciones a la inversión privada para ello. Por tanto, a quienes corresponda, especialmente al Gobierno y a los que tienen la ineludible e inexcusable obligación de apoyarlo desde la oposición en cualquier decisión que tome que pueda aportar algo de ayuda a reactivar la economía, tienen ante sí la inexcusable obligación de desbrozar toda la maraña de normas y burocracia que nubla el panorama inversor para que quienes sigan creyendo que la inversión en Gran Canaria aún tiene futuro apuesten por el riesgo de emprender cosas y puedan hacerlo dentro de un ambiente de más seguridad jurídica y menos incertidumbre que hoy ensombrece el iniciar cualquier proyecto en Gran Canaria.
Ahora cabe hacerse algunas preguntas: Gran Canaria tiene la tasa de paro más alta de todo el Archipiélago -alrededor de las 80.000 personas- ¿existe alguna posibilidad que esta tasa descienda dentro del panorama de extrema inseguridad jurídica, intervencionismo y burocracia que acogota la actividad económica de nuestra Isla? ¿Cree realmente alguien del cuadro de los políticos en el candelero que en la situación de recesión económica en que está inmerso el mundo `podemos esperar que inversores vengan a poner sus dineros en Gran Canaria con la imagen de inseguridad jurídica que nos hemos trabajado? Todo parece indicar que no nos caerá la breva de que vengan inversiones que nos hagan salir de nuestro proceso de destrucción de puestos de trabajo y regresión de nuestro crecimiento económico. Y en el supuesto caso que se produjera un milagro para Gran Canaria y su oferta de empleo sí despuntara con inversiones foráneas ¿en qué sector podría ocurrir, en el cultivo del plátano, del tomate, de la pesca, o reinventando mercado para la cochinilla? No hace falta ser un sesudo economista para saber que ninguna actividad de las citadas contribuirá a paliar el desempleo existente en la actualidad; todos sabemos, y el que no lo sabe es porque no quiere saberlo o no le interesa en sus estratagemas políticas, que el único camino es el binomio construcción-turismo. ¿Y quien nos dice que en la situación de descomposición financiera y económica que vive el mundo del dinero haya inversionistas esperando a que políticos grancanarios les den luz verde para lanzarse a construir hoteles en serie en Gran Canaria? ¿Pero acaso alguien con mentalidad lógica de economía se le ocurre pensar que los más que leoninos condicionantes que contiene el proyecto de ley de Medidas Urgentes elaborado por el Gobierno - y ahora pendiente de discusión en el Parlamento- son un acicate para que inversores vengan a meter su dinero en Gran Canaria en un momento de recesión como está viviendo el mundo? ¿Por qué los políticos que rigen el destino de Gran Canaria no consideran el referente de lo que ocurrió en la crisis turística que abarcó desde 1978 a 1983 y contrastan los datos de la época y podrán constatar que, sin ninguna ley de moratoria existente, en Gran Canaria sólo se construyó un hotel en los seis años de la crisis? ¿Por qué siguen empecinados en mantener una moratoria a todas luces innecesaria y suicida, tanto en lo turístico como en las demás actividades económica de la Isla, en una situación de regresión económica y posible estancamiento en la llegada de visitantes, o, incluso, también regresión? ¿Cómo se le va a dar respuesta a los 200.000 parados que ya están en las filas del paro si la única actividad presumiblemente posible sigue congelada por medio de la Moratoria? ¿Está dentro del cometido del Gobierno la protección de los hoteles existentes y camas extrahoteleras obsoletas de Playa del Inglés no autorizando la construcción de más hoteles en clara injerencia en la economía de libre mercado, del crecimiento económico y, por ende, creación de puestos de trabajo?
Y referente al proyecto de ley de Medidas Urgentes pendiente de debate en el Parlamento y la postura acérrima del ‘bloque inmovilista’ de las izquierdas para machacarlo y obligar al Gobierno a bajarse los pantalones y retirarlo, debo mencionar que sí participo totalmente con Fernando López Aguilar el criterio que debe ser devuelto al Gobierno pero no en la línea que él y su partido, el PSC, persigue que es que se convierta en una nueva Moratoria que sea un cierre total y absoluto a la construcción de nuevos hoteles, sino para que se convierta en una ley derogadora, total y absolutamente derogadora, de la aún vigente Ley de Directrices que ha puesto ‘garrote ’ al cuello de Gran Canaria e inexorablemente la va asfixiando hasta el extremo que ya no somos líderes en nada, ni en el mercado turístico de invierno en Europa en el que sí lo fuimos durante muchos años pero hemos sido desbancados por nuestra competencia, ni en número de visitantes, ni en ingresos por turismo, ni siquiera en la información televisiva del tiempo en las televisiones nacionales, ….aunque sí podemos vanagloriarnos de ser líderes en el número de menesterosos a la puerta de los comedores de Carita, al número de minusválidos físicos y mentales sin una cama en un hospital especializado, al número de los sin techos en nuestras calles y al número de parados que ha aumentado a cifras inimaginables hace una década.
Y a todo esto, con la que está cayendo y la que lleva trazas de caer, el ‘bloque inmovilista’ de las izquierdas grancanarias sigue sólo pendiente y ocupado en ver la forma de poner al Gobierno contra las cuerdas y ‘fusilarlo’, como sea, con actitudes tan de ‘leña al mono hasta que hable inglés’ como las pronunciadas por Fernando López Aguilar, publicadas en “LA PROVINCIA/DLP el pasado día 22, en que dijo: “Vamos a cambiar el Gobierno canario cuanto antes, pero sin atajos”. Siempre pensé que son las urnas las que cambian los gobiernos pero parece ser que el borrador de la ley de Medidas Urgentes reúne la suficiente carga de posible populismo que, bien ‘administrado’, puede franquear esa puerta obligando al Gobierno a retirar el borrador o a añadir aún más exigencias a su ya de por sí leonino articulado de forma que sea ‘infumable’ para cualquier inversor turístico, y, por consiguiente, no se mueva una piedra, fin irresponsablemente perseguido.
Así las cosas, con esta brutal injerencia e intervencionismo en la economía de mercado a la que pertenecemos, con el consiguiente detraimiento, bien voluntario o forzado, de la iniciativa privada, hay que sumarle, porque es una cruda realidad, el anuncio del fin de los fondos europeos para las periferias, una ‘teta’ que ya ha dado lo que tenía que dar, a juzgar por las declaraciones al “CANARIAS7” del pasado día 22 del señor Juergen Donges, director del Instituto de Política Económica de la Universidad de Colonia, uno de los asesores económico de la señora Angela Merkel, canciller de Alemania, que dijo lo siguiente: “Canarias debe empezar a estudiar cómo desarrollarse sin fondos estructurales europeos porque es una de las regiones que, tras la ampliación de la UE, deberá olvidarse de dichas ayudas”.
Ante este panorama, podemos vaticinar que nos va a ir bonito con un Gobierno ‘arrugado’ ante las bravatas de una oposición ejercida a ‘cara de perro,’ más centrada en sus fines políticos que en apoyar y dar soluciones a la recesión económica en que ya está sumida Canarias, con todo el chorro de miseria que expande a diestro y siniestro pero hacia los menos favorecidos, especialmente.
Las Palmas de Gran Canaria, 23 de noviembre de 2008.
Daniel Garzón Luna
Mismo artículo con ilustración gráfica en mis páginas web: http://danielgarzonluna.blogspot.com/ y http://zxcvbn14.spaces.live.com/
24 noviembre
EL FANTASMA DE LA RECESIÓN ENCOJE AL MUNDO, PERO...¿QUÉ PASA CON CANARIAS?
EL FANTASMA DE LA RECESIÓN ENCOJE AL MUNDO, PERO…¿QUÉ PASA CON CANARIAS?
Es norma, dentro del ‘manual’ de comportamiento de la presidencia de la Casa Blanca en situaciones de crisis mundial, de transmitir a la sociedad norteamericana, y al mundo en general, imágenes placenteras del presidente jugando al golf en su mansión o rancho de retiro. El dar una sensación a los suyos y al resto del mundo de que ‘todo está bajo control’, que ‘no pasa nada’ y que los EEUU tienen recursos para afrontar cualquier reto es el A B y C de dicho ‘manual’. Por consiguiente, lo que hemos podido presenciar este fin de semana en que el presidente del país aún líder del mundo haya prescindido de la foto de ‘obligado cumplimiento’ jugando al golf en momentos de crisis y se enfrascara en una reunión al más alto nivel con líderes mundiales con el fin de encontrar una salida a la crisis financiera y económica que asola al mundo, a la recesión en el crecimiento económico en que ya ha entrado Occidente, especialmente, y al pavoroso fantasma de la inflación que suele cerrar filas como tercer ‘jinete del apocalipsis’ -el despido masivo de trabajadores y el chorro de cierres de empresas ya es un hecho-, es una prueba inequívoca de la gravedad de la situación
Y dentro de esta vorágine de posicionamientos dialécticos por doquier sobre lo demoníaco y lo divino del sistema económico de libre mercado y frenética actividad de los más altos dirigentes mundiales ¿qué decisiones se están tomando aquí en Canarias por parte de nuestras fuerzas vivas responsables de la marcha de nuestra economía para hacer frente a esta situación? A la vista de lo que se está ‘moviendo’, podemos aseverar que ninguna. ¿Ninguna decisión con la que está ‘cayendo’?, puede que se pregunte el lector; sí, efectivamente, ninguna de efectos a corto plazo. Me explico: Nuestra actividad económica se basa casi en un 80 % en el binomio construcción-servicios (turismo esencialmente) y son los únicos sectores de nuestra economía que pueden contribuir en algo a la reactivación de la vida económica en Canarias en la situación en que nos encontramos; todas las otras actividades que pudieran ser alternativas al citado binomio en esta situación de regresión están inmersas en procesos de estancamiento o desaparición desde hace mucho tiempo, como son el caso de la agricultura y la pesca; por consiguiente, no hay más remedio que recurrir a la única actividad que puede paliar someramente la recesión de la actividad económica en que hemos entrado si se propician las condiciones a la inversión privada para ello. Por tanto, a quienes corresponda, especialmente al Gobierno y a los que tienen la ineludible e inexcusable obligación de apoyarlo desde la oposición en cualquier decisión que tome que pueda aportar algo de ayuda a reactivar la economía, tienen ante sí la inexcusable obligación de desbrozar toda la maraña de normas y burocracia que nubla el panorama inversor para que quienes sigan creyendo que la inversión en Gran Canaria aún tiene futuro apuesten por el riesgo de emprender cosas y puedan hacerlo dentro de un ambiente de más seguridad jurídica y menos incertidumbre que hoy ensombrece el iniciar cualquier proyecto en Gran Canaria.
Ahora cabe hacerse algunas preguntas: Gran Canaria tiene la tasa de paro más alta de todo el Archipiélago -alrededor de las 80.000 personas- ¿existe alguna posibilidad que esta tasa descienda dentro del panorama de extrema inseguridad jurídica, intervencionismo y burocracia que acogota la actividad económica de nuestra Isla? ¿Cree realmente alguien del cuadro de los políticos en el candelero que en la situación de recesión económica en que está inmerso el mundo `podemos esperar que inversores vengan a poner sus dineros en Gran Canaria con la imagen de inseguridad jurídica que nos hemos trabajado? Todo parece indicar que no nos caerá la breva de que vengan inversiones que nos hagan salir de nuestro proceso de destrucción de puestos de trabajo y regresión de nuestro crecimiento económico. Y en el supuesto caso que se produjera un milagro para Gran Canaria y su oferta de empleo sí despuntara con inversiones foráneas ¿en qué sector podría ocurrir, en el cultivo del plátano, del tomate, de la pesca, o reinventando mercado para la cochinilla? No hace falta ser un sesudo economista para saber que ninguna actividad de las citadas contribuirá a paliar el desempleo existente en la actualidad; todos sabemos, y el que no lo sabe es porque no quiere saberlo o no le interesa en sus estratagemas políticas, que el único camino es el binomio construcción-turismo. ¿Y quien nos dice que en la situación de descomposición financiera y económica que vive el mundo del dinero haya inversionistas esperando a que políticos grancanarios les den luz verde para lanzarse a construir hoteles en serie en Gran Canaria? ¿Pero acaso alguien con mentalidad lógica de economía se le ocurre pensar que los más que leoninos condicionantes que contiene el proyecto de ley de Medidas Urgentes elaborado por el Gobierno - y ahora pendiente de discusión en el Parlamento- son un acicate para que inversores vengan a meter su dinero en Gran Canaria en un momento de recesión como está viviendo el mundo? ¿Por qué los políticos que rigen el destino de Gran Canaria no consideran el referente de lo que ocurrió en la crisis turística que abarcó desde 1978 a 1983 y contrastan los datos de la época y podrán constatar que, sin ninguna ley de moratoria existente, en Gran Canaria sólo se construyó un hotel en los seis años de la crisis? ¿Por qué siguen empecinados en mantener una moratoria a todas luces innecesaria y suicida, tanto en lo turístico como en las demás actividades económica de la Isla, en una situación de regresión económica y posible estancamiento en la llegada de visitantes, o, incluso, también regresión? ¿Cómo se le va a dar respuesta a los 200.000 parados que ya están en las filas del paro si la única actividad presumiblemente posible sigue congelada por medio de la Moratoria? ¿Está dentro del cometido del Gobierno la protección de los hoteles existentes y camas extrahoteleras obsoletas de Playa del Inglés no autorizando la construcción de más hoteles en clara injerencia en la economía de libre mercado, del crecimiento económico y, por ende, creación de puestos de trabajo?
Y referente al proyecto de ley de Medidas Urgentes pendiente de debate en el Parlamento y la postura acérrima del ‘bloque inmovilista’ de las izquierdas para machacarlo y obligar al Gobierno a bajarse los pantalones y retirarlo, debo mencionar que sí participo totalmente con Fernando López Aguilar el criterio que debe ser devuelto al Gobierno pero no en la línea que él y su partido, el PSC, persigue que es que se convierta en una nueva Moratoria que sea un cierre total y absoluto a la construcción de nuevos hoteles, sino para que se convierta en una ley derogadora, total y absolutamente derogadora, de la aún vigente Ley de Directrices que ha puesto ‘garrote ’ al cuello de Gran Canaria e inexorablemente la va asfixiando hasta el extremo que ya no somos líderes en nada, ni en el mercado turístico de invierno en Europa en el que sí lo fuimos durante muchos años pero hemos sido desbancados por nuestra competencia, ni en número de visitantes, ni en ingresos por turismo, ni siquiera en la información televisiva del tiempo en las televisiones nacionales, ….aunque sí podemos vanagloriarnos de ser líderes en el número de menesterosos a la puerta de los comedores de Carita, al número de minusválidos físicos y mentales sin una cama en un hospital especializado, al número de los sin techos en nuestras calles y al número de parados que ha aumentado a cifras inimaginables hace una década.
Y a todo esto, con la que está cayendo y la que lleva trazas de caer, el ‘bloque inmovilista’ de las izquierdas grancanarias sigue sólo pendiente y ocupado en ver la forma de poner al Gobierno contra las cuerdas y ‘fusilarlo’, como sea, con actitudes tan de ‘leña al mono hasta que hable inglés’ como las pronunciadas por Fernando López Aguilar, publicadas en “LA PROVINCIA/DLP el pasado día 22, en que dijo: “Vamos a cambiar el Gobierno canario cuanto antes, pero sin atajos”. Siempre pensé que son las urnas las que cambian los gobiernos pero parece ser que el borrador de la ley de Medidas Urgentes reúne la suficiente carga de posible populismo que, bien ‘administrado’, puede franquear esa puerta obligando al Gobierno a retirar el borrador o a añadir aún más exigencias a su ya de por sí leonino articulado de forma que sea ‘infumable’ para cualquier inversor turístico, y, por consiguiente, no se mueva una piedra, fin irresponsablemente perseguido.
Así las cosas, con esta brutal injerencia e intervencionismo en la economía de mercado a la que pertenecemos, con el consiguiente detraimiento, bien voluntario o forzado, de la iniciativa privada, hay que sumarle, porque es una cruda realidad, el anuncio del fin de los fondos europeos para las periferias, una ‘teta’ que ya ha dado lo que tenía que dar, a juzgar por las declaraciones al “CANARIAS7” del pasado día 22 del señor Juergen Donges, director del Instituto de Política Económica de la Universidad de Colonia, uno de los asesores económico de la señora Angela Merkel, canciller de Alemania, que dijo lo siguiente: “Canarias debe empezar a estudiar cómo desarrollarse sin fondos estructurales europeos porque es una de las regiones que, tras la ampliación de la UE, deberá olvidarse de dichas ayudas”.
Ante este panorama, podemos vaticinar que nos va a ir bonito con un Gobierno ‘arrugado’ ante las bravatas de una oposición ejercida a ‘cara de perro,’ más centrada en sus fines políticos que en apoyar y dar soluciones a la recesión económica en que ya está sumida Canarias, con todo el chorro de miseria que expande a diestro y siniestro pero hacia los menos favorecidos, especialmente.
Las Palmas de Gran Canaria, 23 de noviembre de 2008.
Daniel Garzón Luna
Mismo artículo con ilustración gráfica en mis páginas web: http://danielgarzonluna.blogspot.com/ y http://zxcvbn14.spaces.live.com/
No hay comentarios:
Publicar un comentario