¿UN MINISTERIO EXCLUSIVAMENTE PARA TURISMO?
El pasado día 24 el diario de papel “La Provincia/DLP” publicó unas declaraciones del Presidente de la Confederación Española de Hoteles, Juan Molas Marcelles, quien puso de manifiesto, entre otras cosas, las relacionadas con el turismo en el contexto nacional. Reproduzco a continuación este párrafo de dichas declaraciones por su altísimo interés de cara al Gobierno que salga de las urnas en las elecciones del 20 de noviembre.
“D. Rivero, entrevistador: Las elecciones generales están a la vuelta de la esquina. ¿Qué le pedirán al próximo Gobierno central? Molas Marcelles: Nuestro gran objetivo es lograr que se alcance un pacto de estado para el turismo, que se lo considere, de una vez por todas, uno de los sectores estratégicos tanto económico como social de este país. Por su aportación al PIB y el número de puestos de trabajo que genera. Si algo funciona en estos momentos y hay que apoyar es este sector, que ha demostrado en los últimos 50 años que es fundamental para la economía española. El sector requiere que se lo mime y cuide. Entre los aspectos que hay que cuidar se encuentran la congestión pública y privada de los aeropuertos, una fiscalidad adecuada, una normativa laboral que sea flexible y que no le dé miedo al empresario contratar. Ya es hora de que se le tenga en cuenta.”
Sólo le ha faltado a Molas Marcelles exigir a los futuros miembros del Gobierno, especialmente al Presidente que lo encabece, la creación de un Ministerio de Turismo en toda regla por la justificadísima razón de que España lo necesita. Precisamente a cuento de este tema ya escribí en 1993 en mi análisis “LA QUIEBRA DE LOS DOS GRANDES CONCEPTOS ECONÓMICOS DEL SIGLO XX. POR UN NUEVO ORDEN ECONÓMICO MUNDIAL”, en el apartado dedicado al turismo, una escueta exposición sobre la perentoria necesidad de crear un Ministerio de Turismo exclusivamente. A continuación lo reproduzco, debiendo tenerse en cuenta que su redacción fue efectuada en el citado año 1993 y, consecuentemente, dentro del contexto de la época.
“CONCEPTO DECIMO-SEXTO
TURISMO: Las negociaciones que se han llevado a cabo con la Comunidad Económica Europea no han sido precisamente muy favorables a España, a juzgar por las consecuencias. Podemos observar ahora como casi nada de lo que en España se fabrica ó se cultiva es de utilidad, ó como ahora se dice, "rentable". Estamos viendo como se clausuran industrias, como se arrancan olivos (¿se ha parado a pensar alguien los años que hacen falta para que un olivo produzca, para que se arranquen con semejante alegría?), como la pesca entra en graves dificultades, como se cierran astilleros hasta el extremo que ya no sale ni un solo barco construido en nuestros puertos, como nuestros productos del campo son barridos por los productos importados de la comunidad, como se impone a los ganaderos el sacrificio de vacas lecheras porque, dicen, hay demasiada leche en el mercado, como....bueno, creo que poco nos queda realmente con lo que podamos competir con el resto de Europa.....como no sea.....EL TURISMO. Sí, no hay duda al respecto; el TURISMO, la cenicienta que durante lustros no ha merecido el reconocimiento de haber hecho posible la industrialización de España en los años de la dictadura y que en los años que nos corren es LA UNICA industria EXPORTADORA española que está equilibrando la balance exterior y que hará posible que el déficit comercial con el exterior no nos lleve a un verdadero abismo, esta industria, precisamente porque son muy pocos los países de la Comunidad que pueden competir con nosotros por no tener el clima adecuado, merece que sea potenciada hasta tal punto que se convierta, una vez más, en la garantía de nuestro equilibrio en reservas de divisas, por lo que es imprescindible que, al mismo tiempo que se suprimen Ministerios como los de Justicia, Portavoz del Gobierno, Relaciones con Las Cortes, Asuntos Sociales, etc., se cree con una suficiente dotación económica el MINISTERIO DE TURISMO exclusivamente, por ser el tratamiento que merece el sector de nuestra economía que va a hacer posible la supervivencia de España como país industrializado y moderno.”
Hoy, diez y ocho años más tarde, me reitero en mi planteamiento expuesto en el párrafo anterior y lo hago con la decepción y extrañeza que me produce el hecho de que pasadas casi dos décadas aún no haya habido dirigentes en España, en los distintos gobiernos que han pasado por la Moncloa, que hayan estado a la altura de valorar la aportación que da el turismo a nuestro PIB y haberle dado el rango institucional del que su importancia le hacía, y le sigue haciendo merecedor.
Termino diciendo que encuentro muy acertadas las declaraciones de Juan Molas Marcelles a la “Provincia/DLP” ya citadas y me sumo con exigencia a que el Turismo tenga su propio Ministerio en el Gobierno que salga de las urnas el 20 de Noviembre.
Las Palmas de Gran Canaria, 27 de septiembre de 2011. Daniel Garzón Luna
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