GRAN CANARIA EN SU ENCRUCIJADA

GRAN CANARIA EN SU ENCRUCIJADA

domingo, 11 de abril de 2010

GIBRALTAR.....¡POR SIEMPRE GIBRALTAR!


GRAN CANARIA EN SU ENCRUCIJADA (y LXXVII -77-)
GIBRALTAR…..¡POR SIEMPRE GIBRALTAR!
A VUELTAS CON LA INDISCUTIBLE SOBERANÍA ESPAÑOLA SOBRE GIBRALTAR Y SUS AGUAS
El ‘asunto’ Gibraltar, que ha estado olvidado, postergado, vergonzosamente ignorado por los gobiernos de la Democracia ..-salvo en un ‘tramo’ del período Aznar-, ha pasado a primer plano nacional precisamente por las actuaciones del Gobierno de Zapatero totalmente en dirección contraria a los intereses nacionales sobre el Peñón. El Gobierno de Zapatero se ha lanzado a materializar un rosario de concesiones gratuitas a los llanitos, comenzando con la Mesa Tripartita, que, vistas desde el ángulo español, lindan con lo irracional, y vistas del ángulo británico y llanito representan los más grandes aciertos de nuestra política exterior. Siempre se dijo que las cosas son con el color del cristal con que se miren y, por supuesto, ni del todo negro ni del todo blanco. En este ‘asunto’ tenemos a un señor ministros de Asuntos Exteriores llamado Moratinos en el que se materializa la duda de verlo casi todo negro o casi todo blanco por lo que como soy español y no llanito, yo lo veo negro, lo veo todo muy negro.

Por tanto, un ‘asunto’ que había sido aparcado por los gobiernos de la Democracia -salvedad hecha del citado ‘conato’ de Aznar que nos costó la Guerra de Irak pues la pantomima de negociación sobre Gibraltar fue sabiamente utilizado por Antoñito Blair para meternos en el ‘baile’ de Irak-, por considerarlo cosa de Franco y su manía con Gibraltar, manía que arrastraba ya 300 años de imperturbable exigencia de la devolución del Peñón, no resultaba para nuestros dirigentes democráticos ‘políticamente correcto’ el exigir lo que Franco había empecinadamente exigido por lo que el tema de Gibraltar ni tocarlo. El Dictador no podía tener razón en nada y, por supuesto, en el tema de Gibraltar tampoco, aunque al descalificar sus actuaciones sobre Gibraltar se descalificaban las de los gobernantes españoles que sin distinción de colores políticos habían reivindicado la devolución de Gibraltar, con frecuencia con inmenso derramamiento de sangre, como fue durante el reinado de Carlos III, durante 300 años.

Ahora ha vuelto a tomar actualidad este ‘asunto’ precisamente por el expansionismo que están llevando a cabo, ¡otra vez! los llanitos robando aguas españolas mediante rellenos y pretendiendo aguas jurisdiccionales como territorio soberano. Aquí viene lo de verlo negro o blanco; los llanitos ven muy blanco a quienes les permiten ampliar su plataforma terrestre rellenando aguas españolas y miran para otro lado cuando empujan a la Guardia Civil de fronteras fuera de las aguas españolas que circundan Gibraltar con el alegato que se meten en sus aguas jurisdiccionales. Por mi parte, veo muy negro a los que dan por bueno que los llanitos roben espacio marítimo español y que se les dé pábulo a creerse que la colonia tiene derecho a aguas jurisdiccionales como territorio soberano cometiendo el disparate, repito, el disparate de sentarse en una mesa a negociar con ellos concesión de aguas jurisdiccionales con la ‘zanahoria’ de pagar las pensiones a los trabajadores españoles jubilados del Peñón o mejorar cosas en las relaciones con el Campo de Gibraltar. Así de simple la cosa: Yo veo negro al señor presidente Zapatero y su Gobierno, especialmente a Moratinos, en lo relacionado con el ‘asunto’ Gibraltar, y los llanitos ven al mismo puñado de gente como blanco, muy blanco. Aquí viene a cuento eso de que “cada uno cuenta la feria como le va”. A mí, como español, la feria en este ‘asunto’ de Gibraltar me va muy mal y a los llanitos y británicos les va muy bien pues con eso de la mesa tripartita ahora tienen la oportunidad de negociar lo que nunca debería ser negociable por parte de España que es la concesión de aguas jurisdiccionales a la colonia, debiéndose tener muy presente que un metro cúbico de aguas jurisdiccionales españolas entregado a los británicos es equiparable a un metro cuadrado de suelo español y en ambos casos es preceptivo la aprobación parlamentaria para llevarla a efecto. Los amigos de los llanitos puede regalarles sus propiedades privadas en la cuantía que les venga en gana pero nunca podrán regalar ni un trozo de suelo patrio sin la aprobación del Parlamento español. Aquí no caben el blanco, el negro o el color del cristal con que se mire; esto es claro, clarísimo.

Siguiendo con la proyección que Gibraltar está teniendo actualmente en la ciudadanía española, viene a cuento el poner en relieve lo que alguna prensa española escribe y comenta, bien por ignorancia o interesada y tal vez pagada, sobre lo que se está cociendo en el Estrecho y resulta de lo más sorprendente, chocante y vomitivo cuando publican informaciones dando por sentado que la soberanía sobre el Peñón de Gibraltar la ostenta Gran Bretaña, por lo que huelga el mencionar que si parte de nuestra prensa publica con inequívoca interpretación que la soberanía de Gibraltar es británica queda claro que estamos exigiendo la devolución de algo sobre lo que Gran Bretaña tiene dominio absoluto y eso es total y absolutamente falso y nos coloca en una situación de minusvalía ante la insistencia perentoria en nuestra reivindicación de la devolución del Peñón. Reproduzco lo publicado en días recientes por alguna prensa española:

HOY.ES/agencias, de fecha 5 de abril de 2010
Titular: “EL PP PIDE REANUDAR LA NEGOCIACIÓN DE LA SOBERANÍA EN ESTE SEMESTRE: Párrafo 4º: “Las conversaciones sobre la soberanía de la colonia, cedida a la Corona británica por el Tratado de Utrecht (1713), quedaron interrumpidas en 2002, cuando a punto estuvo de cuajar una solución para que España y Reino Unido compartieran el dominio del Peñón.”
DIARIOSUR.ES, de fecha 8 de abril de 2010
TITULAR: ““EL PP PIDE REANUDAR LA NEGOCIACIÓN DE LA SOBERANÍA EN ESTE SEMESTRE“Párrafo 5º: “Las conversaciones sobre la soberanía de la colonia, cedida a la Corona británica por el Tratado de Utrecht (1713), quedaron interrumpidas en 2002, cuando a punto estuvo de cuajar una solución para que España y Reino Unido compartieran el dominio del Peñón.”
Como podemos ver, aquí se da inequívocamente por sentado que la soberanía del Peñón de Gibraltar fue cedida a los británicos con el Tratado de Utrecht en 1713. Grueso despropósito informativo porque lo que se cedió a Gran Bretaña en el mentado Tratado fue la propiedad de la plaza pero en ningún caso, repito, en ningún caso la soberanía sobre la misma y no creo necesario meterme a explicar al lector, porque doy por sabido que está al corriente de ello, cuál es la diferencia entre ser propietario de un trozo de suelo en un país extranjero y ser propietario y, además, ostentar la soberanía de dicho suelo, hecho prácticamente imposible en nuestro contexto de Occidente.
Esta información de que la soberanía del Peñón es británica, no son casos aislados sino que se han producido ya con excesiva frecuencia en prensa española, y tiene su origen en este caso, según parece, en un comunicado de “Agencias”. Queda la duda de si se trata de “Agencias” españolas o británicas porque si es española habría que indagar si existe una intención programada e interesada de confundir a la opinión española sobre la legitimidad de la soberanía española sobre Gibraltar, jamás cedida, o si se trata de pura estupidez y falta de rigor en el control de lo que se publica por parte de quien lo publica inconsecuente con cuáles pueden ser las consecuencias de la expansión de conceptos falsos en la ciudadanía española sobre la soberanía del Peñón. Aquí no nos encontramos con un ‘asunto’ Perejil; esto es Gibraltar, la Roca de Tarik, que fue ocupado por la flota anglo-holandesa en 1703 por una expedición de desembarco, compuesta por ingleses, holandeses y españoles partidarios del Archiduque Carlos, mandada por el príncipe alemán Jorge de Hesse-Darmstadt (ni siquiera la comandaba un británico) en nombre, representación y en beneficio del aspirante al trono de España, Archiduque Carlos de Austria, en la Guerra de Sucesión a la Corona de España y se las agenciaron con malas artes para quedarse la Plaza, además de Menorca, una vez firmada la paz y perdida la guerra por Francia, aunque su ejército, EL BRITÁNICO, fue definitivamente derrotado en España en diciembre de 1710 en la batalla de BRIHUEGA (en esta batalla el general de caballería inglés y comandante en jefe de los ejércitos ingleses en España James STANHOPE fue derrotado por la caballería de Felipe V mandada por el MARQUÉS DE VALDECAÑAS y estuvo un año prisionero de Felipe V). En la batalla de VILLAVICIOSA, también en diciembre de 1710, el mariscal austriaco STAHREMBERG mandaba las tropas del Archiduque Carlos y fue derrotado por las tropas de Felipe V al mando del mariscal francés VENDOME. (STAHREMBERG pidió una tregua y escapó durante la noche con lo que le quedaba de ejército). Gibraltar fue parte de la pitanza que arrancó Gran Bretaña al Rey Luis XIV, Rey Sol, abuelo de Felipe V, primer Borbón y flamante Rey de España, en contrapartida de que Francia no fuese humillada con una capitulación total. Un chantaje a gran escala en toda regla pagado con ‘género’ español. España, a la sazón sucursal de Francia a consecuencia de la autoridad y mando que el Rey Sol ejercía sobre su nieto, el bisoño Felipe V, pagó con Gibraltar, Menorca y otras tremendas concesiones del tráfico de esclavos en América, la derrota de Francia. Las tropas británicas fueron totalmente derrotadas en esta guerra en suelo español; no obstante, consiguieron arrebatar Gibraltar a España y quedarse en el Peñón tomado en 1703 en nombre y a favor, como ya he citado con anterioridad, del pretendiente Archiduque Carlos de Austria en la Mesa de Negociaciones del Armisticio en Utrecht en cuya Mesa fue Francia la que ‘partió el bacalao’ por el lado Borbón y en la que España estuvo prácticamente ausente. Fue así en muchos episodios de nuestra Historia: ganábamos guerras pero perdíamos como Quijotes.
Para que quede inequívocamente claro que la soberanía del Peñón no fue cedida a Gran Bretaña en el tratado de Utrecht en 1713, a continuación transcribo íntegramente el Artículo del Tratado relativo a la cesión en propiedad, que no soberanía, a Gran Bretaña del suelo de la Plaza de Gibraltar: (Creo que no sería demasiado pedir que se lo aprendieran de memoria los que tan alegremente están metidos en negociaciones con los llanitos sobre las aguas jurisdiccionales de la colonia.)

“El Rey Católico, por sí y por sus herederos y sucesores, cede por este Tratado a la Corona de la Gran Bretaña la plena y entera propiedad de la ciudad y castillo de Gibraltar, juntamente con su puerto, defensas y fortaleza que le pertenecen, dando la dicha propiedad absolutamente para que la tenga y goce en entero derecho, y para siempre, sin excepción ni impedimento alguno”. En el párrafo siguiente dice: “……….que la dicha propiedad se cede a la Gran Bretaña sin jurisdicción alguna territorial y sin comunicación alguna abierta con el país circunvecino por parte de tierra………”.

Después de haber dejado meridianamente claro que la soberanía sobre Gibraltar es española, y como quiera que las noticias publicadas con el ‘lapsus’ de la soberanía tiene su punto de partida en una exigencia parlamentaria del PARTIDO POPULAR, promovida por el diputado JOSE IGNACIO LANDALUCE, sobre la reanudación de negociaciones sobre Gibraltar con el Gobierno británico, corresponde al Partido Popular inexcusablemente , ..-precisamente por darse la circunstancia que la bonhomía que está aplicando al ‘asunto’ Gibraltar el titular de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, está muy lejos de poderse presumir que exigirá desmentidos sobre publicaciones desorientadoras y falsas sobre quien ostenta la soberanía sobre el Peñón, ya que él mismo cuestiona la españolidad de la soberanía a micrófono abierto-… exigir contundentemente a la prensa que ha publicado la información engañosa, como mayor y, tal vez, único defensor de la unidad territorial nacional, que rectifique con el mismo espacio dado a la dicha información y subrayado para que pueda ayudar al ‘rebobinado’ de la información erróneo archivada en las mentes que la leyeron.

Termino mencionando que sí veo positivo una negociación de buena relación con Gran Bretaña y los llanitos en el ‘asunto’ de Gibraltar, negociación que debe centrarse en un solo y único Artículo: ADMINISTRACIÓN, repito, ADMINISTRACIÓN COMPARTIDA DEL PEÑÓN DURANTE DIEZ AÑOS. AL CUMPLIRSE ESA ETAPA, ENTREGA E INTEGRACIÓN TOTAL Y ABSOLUTA AL RESTO DEL TERRITORIO NACIONAL. AUTONOMÍA COMO UNA AUTONOMÍA NACIONAL MÁS. SUS HABITANTES PODRÁN, VOLUNTARIAMENTE, RECIBIR DE INMEDIÁTO LA NACIONALIDAD ESPAÑOLA CON TODOS LOS DERECHOS Y OBLIGACIONES INHERENTES A ELLA.
Las Palmas de G.C., 10 de abril de 2010-04-10
Daniel Garzón Luna

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