GRAN CANARIA EN SU ENCRUCIJADA

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jueves, 21 de julio de 2011

¿CÓMO NO TENER UN ESTADO PALESTINO, SEÑOR AZNAR?

(GRAN CANARIA EN SU ENCRUCIJADA -y CXXIX -129-)
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¿CÓMO NO TENER UN ESTADO PALESTINO, SEÑOR AZNAR?

El ex presidente del Gobierno de España, José María Aznar, ha publicado el pasado día 20 un artículo sobre Palestina en el diario digital “Periodista Digital” con el titular “Cómo no tener un estado palestino”, (sin interrogante), con un contenido que viene a afirmar de forma resoluta que los palestino están fuera de toda razón para pretender conseguir el reconocimiento internacional a través de la ONU de un Estado Palestino y que sólo con la previa negociación con Israel y su aquiescencia debe ser posible la creación de dicho Estado. “¡Cuan largo me lo fiais amigo Sancho!” Por supuesto que el señor Aznar puede expresar su incondicional apoyo a la línea negociadora de Israel pero el pretender que los palestinos condicionen la creación de su Estado a la bonhomía de los actuales dirigentes de Israel es tanto como pedir peras al olmo por la sencilla razón que es más que claro que los dirigentes actuales de Israel están muy comprometidos con la política de ocupación de suelo y su edificación por parte de los colonos en las zonas ocupadas y no parecen estar muy dispuestos a comenzar negociaciones que impliquen una marcha atrás en la construcción de los asentamientos que pondría al Gobierno de Netanyahu de cara a la pared por parte del ala ultraderechista de su Gobierno.

Por supuesto que se puede argumentar todo lo que se quiera sobre la no existencia histórica de un Estado puramente palestino pero también se puede argumentar que durante 2.000 años no existió un Estado de Israel. Las realidades de hoy son las que son y los que no quieran aceptar la existencia de Israel como Estado inamovible y que los palestino conforman ya un Estado en embrión que no acepta retroceso es que no quieren ver la realidad, especialmente aquellos que viven día a día en un ambiente de estado de guerra permanente que, lógicamente, les obliga a contemplar las cosas con un prisma que no es el adecuado precisamente para encontrar soluciones en una mesa de negociaciones; es por ello que la mediación de fuerzas externas es imprescindible, especialmente de fuerzas judías alejadas del bombazo de cada día en Palestina y de mentes serenas lejos del radicalismo violento y fanático por parte del mundo musulmán. Oriente Medio necesita un acuerdo de paz en Palestina, lo necesitan los dos antagonistas y lo necesita el mundo entero. Hoy día ninguna nación debe encogerse de hombros ante el problema de Palestina porque otra confrontación armada a gran escala afectaría a todas las naciones del globo, a unas más que a otras, claro está, bien por su cercanía o por el grado de compromiso con una parte o con la otra de las dos directamente implicadas en el conflicto.

Por tanto, no encuentro el artículo del señor Aznar muy a tono con las realidades de Medio Oriente; se nota que hace mucho tiempo que no ‘pasa por allí’. La paz en Palestina es posible y esa paz será viable si las dos partes ceden en sus planteamientos, correspondiendo a la parte más poderosa el ceder más y a la parte menos poderosa pero más numerosa el tragar algún que otro sapo y desterrar la violencia como medio de alcanzar objetivos. El Estado de Israel es una realidad inamovible y así lo debe aceptar el mundo árabe que le rodea; por otro lado, la instauración de un Estado palestino es imparable y debe ser aceptado por Israel como un hecho irreversible en el transcurrir de los tiempos. Hace cien años un Estado judío en Israel era un sueño sólo apto para judíos y hoy es un Estado con un poder que puede hacer girar al mundo a su alrededor, prueba irrefutable de su existencia. La Palestina árabe no es un Estado todavía pero dentro de cien años no será un sueño sólo apto para los árabes palestinos; será una realidad por la sencilla razón que su instauración es imparable.

• Así las cosas. Y como quiera que el que más sapos tiene que tragarse en estas negociaciones es la parte israelí, si se quiere llegar a acuerdos justos, y dado la gran controversia existente en Israel por la parte de los ultraortodoxos para llegar a acuerdos de concesión alguna de territorio, tal vez haya llegado el momento de que Israel celebre un plebiscito de su ciudadanía que defina si la mayoría del pueblo está dispuesto a negociar acuerdos de paz duraderos con la garantía internacional a cambio de territorio. En lo que a la otra parte negociadora se refiere, la resistencia de los palestinos en reconocer el Estado de Israel como principal argumento de la negociación, se puede afirmar con toda contundencia que la existencia del Estado de Israel es tan obvio que el presentar su reconocimiento como un argumento de negociación es irrisorio y torpe.

Termino mencionando que discrepo de gran parte del contenido del artículo de José María Aznar; lo considero demasiado ‘escorado’ hacia una parte de los litigantes y falto de la visión del realismo que la situación del Medio Oriente necesita; el fanatismo religioso de ambas partes en el conflicto precisan de mucha valentía política para pergeñar acuerdos que conduzcan a una paz justa y duradera.
Con el fin de que el lector pueda hacerse su propio juicio sobre el mentado artículo de José María Aznar, me permito insertarlo íntegramente a continuación.
Las Palmas de Gran Canaria, 22 de julio de 2011.

Daniel Garzón Luna

A QUIEN PUEDA CONCERNIR
En este blog publico de vez en cuando imágines y textos de diarios sacados de Internet. Si en algún momento publicara alguna imagen o artículo de su propiedad y deseara que lo descolgara del blog le ruego se ponga en contacto conmigo para complacerle de inmediato.

José María Aznar
Cómo no tener un estado palestino. Por José María Aznar

PERIODISTA DIGITAL - 20.07.11 | 19:32. Archivado en terrorismo islámico

El ex Primer Ministro de España, dice que no es posible la paz cuando una parte se ha comprometido a la destrucción de la otra.

Cómo no tener un estado palestino. Por José María Aznar

La unilateral declaración de un estado palestino, y su reconocimiento internacional, sería un enorme error. Un acuerdo de paz entre israelíes y palestinos es esencial, pero sólo puede lograrse a través de negociaciones honestas - no por decisión unilateral de cualquiera de las partes.

En los últimos dos años, la Autoridad Palestina se ha negado a sentarse a la mesa de negociaciones con el gobierno israelí, escondiéndose detrás de la excusa de las obras de construcción israelí en unos pocos asentamientos de la Margen Occidental. Al mismo tiempo, sin embargo, ha estado negociando la creación de un gobierno de unidad nacional con Hamas, un grupo terrorista cuyo objetivo declarado es la eliminación de Israel.

El "gobierno" palestino de un unilateralmente establecido y auto declarado "estado palestino", en el que Hamas sea un miembro de la coalición de gobierno, hará que las negociaciones, y mucho menos un acuerdo de paz, sea imposible: no es posible la negociación, y ningún acuerdo es posible, cuando una parte se ha comprometido a la destrucción de la otra.

El presidente de EE.UU, Barack H. Obama, recientemente, ha abogado por un retorno a las conversaciones sobre la base de las líneas anteriores a 1967, con mutuos intercambios de tierras. Pero incluso estas líneas, como originalmente se delinearon en los Acuerdos de Armisticio de 1949, estaban sujetas a negociaciones, de conformidad con las Resoluciones 242 y 338 del Consejo de Seguridad de la ONU, que ambas partes acordaron, en ese momento, sería la base para un futuro acuerdo de paz. Cualquier futura frontera, de acuerdo con estas resoluciones, debe ser el resultado de un acuerdo negociado.

La declaración unilateral de la condición de estado palestino es también un torpemente oculto dispositivo de deslegitimación. Palestinos serios saben muy bien que no cumplen con los requisitos, internos y externos, para convertirse en un estado viable, y mucho menos para convertirse en un nuevo estado miembro de la ONU, con todas sus obligaciones concomitantes. Su objetivo es diferente: la declaración unilateral es, en realidad, sólo otra táctica, dentro de una estrategia más amplia, de avergonzar y deslegitimar al Estado de Israel.

No hay ninguna base histórica, institucional o legal, sobre la cual reconocer hoy un estado palestino, excepto como una especie de "estado virtual", que existe de algún modo en la imaginación de distintas partes, pero que no tiene ningún vínculo con la realidad. En la Margen Occidental, los palestinos dependen fundamentalmente de la cooperación de Israel para funcionar. Otros aspectos más modernos de la condición de estado, tales como el respeto de los derechos humanos, la libertad y una democracia que funcione - todos los cuales se requieren de otros países que buscan el reconocimiento – lamentablemente faltan en el caso palestino.

De hecho, esta carrera hacia una declaración unilateral de condición de estado, incluidas las negociaciones internas de los palestinos con Hamas, está impidiendo la formación más profunda de la sociedad civil en la Margen Occidental, que ha hecho progresos en los últimos años y que es esencial para una paz duradera.

El chantaje llevará al desastre
Una declaración de condición de estado palestino, por parte de la Asamblea General de las Naciones Unidas, será un acto de maniobra política que sólo hará aún más difícil encontrar una solución. La acción unilateral tendrá consecuencias imprevisibles, por lo que el verdadero camino hacia adelante es sólo a través de un acuerdo bilateral.

Este no es el momento para gestos destructivos: es hora de animar a todos a sentarse y negociar, cara a cara, sin condiciones previas que no sean el mutuo e inequívoco reconocimiento.

No puede haber dos estados, viviendo en paz uno al lado del otro, a menos que los palestinos acepten que Israel es el estado-nación del pueblo judío y que los israelíes acepten que el Estado Palestino será el estado para el pueblo palestino. En ausencia de esta base, no tendrá lugar ningún verdadero progreso.

El gobierno de Jerusalem ha dicho, en numerosas ocasiones, que está dispuesto a hablar. Ahora es el momento de la verdad para los palestinos. Deben elegir la negociación, con todo lo que implica una negociación, incluyendo concesiones por ambas partes.
La alternativa para los representantes del pueblo palestino es seguir demonizando a su único posible socio en la negociación, mientras esperan que la comunidad internacional incline la balanza a su favor. Pero el chantaje llevará al desastre.

Las negociaciones deben llevarse a cabo de buena fe y no como un medio de ejercer diversas formas de presión internacional.

Es hora de que la comunidad internacional, comenzando por la ONU, diga que el tiempo de jugar juegos y de hacerse ilusiones ha pasado. Negociaciones serias sólo pueden ser llevadas a cabo por los propios israelíes y palestinos, sin importar la cantidad de ayuda o de buena voluntad que se provea desde el exterior. Un Estado Palestino declarado unilateralmente, que no sea el producto de negociaciones bilaterales, es pedir que Israel acepte lo inaceptable.

La diplomacia exige, sobre todo, la negociación y el acuerdo, no demandas unilaterales impuestas con desprecio.

Todos tenemos un sincero deseo de ver un Estado Palestino junto al Estado de Israel, viviendo una paz duradera y estable. Por consiguiente instamos, a todos los líderes de la Unión Europea y del mundo occidental, a rechazar de manera inequívoca la posición actual de la Autoridad Palestina. Instamos a los palestinos a que vean que la única manera en que pueden tener su propio Estado es a través de un acuerdo con los israelíes. Ninguna otra opción debería ser apoyada por la comunidad internacional.

Sólo el diálogo sincero y el reconocimiento incondicional de cada parte, por parte de la otra, pueden ser la base para nuevas negociaciones. Sólo el diálogo sincero y el reconocimiento incondicional de cada lado por el otro, puede sentar las bases de un estado palestino viable en el futuro próximo.

José María Aznar, ex Primer Ministro de España

NOTAS
http://www.ynetnews.com/articles/0,7340,L-4096005,00.html
Traducido para porisrael.org por José Blumenfeld
http://www.porisrael.org/porisrael/index.php?option=com_content&view=article&id=2180:como-no-tener-un-estado-palestino&catid=53:conflicto&Itemid=527
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El ex Primer Ministro de España, dice que no es posible la paz cuando una parte se ha comprometido a la destrucción de la otra.

Cómo no tener un estado palestino. Por José María Aznar

La unilateral declaración de un estado palestino, y su reconocimiento internacional, sería un enorme error. Un acuerdo de paz entre israelíes y palestinos es esencial, pero sólo puede lograrse a través de negociaciones honestas - no por decisión unilateral de cualquiera de las partes.
En los últimos dos años, la Autoridad Palestina se ha negado a sentarse a la mesa de negociaciones con el gobierno israelí, escondiéndose detrás de la excusa de las obras de construcción israelí en unos pocos asentamientos de la Margen Occidental. Al mismo tiempo, sin embargo, ha estado negociando la creación de un gobierno de unidad nacional con Hamas, un grupo terrorista cuyo objetivo declarado es la eliminación de Israel.
El "gobierno" palestino de un unilateralmente establecido y auto declarado "estado palestino", en el que Hamas sea un miembro de la coalición de gobierno, hará que las negociaciones, y mucho menos un acuerdo de paz, sea imposible: no es posible la negociación, y ningún acuerdo es posible, cuando una parte se ha comprometido a la destrucción de la otra.
El presidente de EE.UU, Barack H. Obama, recientemente, ha abogado por un retorno a las conversaciones sobre la base de las líneas anteriores a 1967, con mutuos intercambios de tierras. Pero incluso estas líneas, como originalmente se delinearon en los Acuerdos de Armisticio de 1949, estaban sujetas a negociaciones, de conformidad con las Resoluciones 242 y 338 del Consejo de Seguridad de la ONU, que ambas partes acordaron, en ese momento, sería la base para un futuro acuerdo de paz. Cualquier futura frontera, de acuerdo con estas resoluciones, debe ser el resultado de un acuerdo negociado.
La declaración unilateral de la condición de estado palestino es también un torpemente oculto dispositivo de deslegitimación. Palestinos serios saben muy bien que no cumplen con los requisitos, internos y externos, para convertirse en un estado viable, y mucho menos para convertirse en un nuevo estado miembro de la ONU, con todas sus obligaciones concomitantes. Su objetivo es diferente: la declaración unilateral es, en realidad, sólo otra táctica, dentro de una estrategia más amplia, de avergonzar y deslegitimar al Estado de Israel.
No hay ninguna base histórica, institucional o legal, sobre la cual reconocer hoy un estado palestino, excepto como una especie de "estado virtual", que existe de algún modo en la imaginación de distintas partes, pero que no tiene ningún vínculo con la realidad. En la Margen Occidental, los palestinos dependen fundamentalmente de la cooperación de Israel para funcionar. Otros aspectos más modernos de la condición de estado, tales como el respeto de los derechos humanos, la libertad y una democracia que funcione - todos los cuales se requieren de otros países que buscan el reconocimiento – lamentablemente faltan en el caso palestino.
De hecho, esta carrera hacia una declaración unilateral de condición de estado, incluidas las negociaciones internas de los palestinos con Hamas, está impidiendo la formación más profunda de la sociedad civil en la Margen Occidental, que ha hecho progresos en los últimos años y que es esencial para una paz duradera.
El chantaje llevará al desastre
Una declaración de condición de estado palestino, por parte de la Asamblea General de las Naciones Unidas, será un acto de maniobra política que sólo hará aún más difícil encontrar una solución. La acción unilateral tendrá consecuencias imprevisibles, por lo que el verdadero camino hacia adelante es sólo a través de un acuerdo bilateral.
Este no es el momento para gestos destructivos: es hora de animar a todos a sentarse y negociar, cara a cara, sin condiciones previas que no sean el mutuo e inequívoco reconocimiento.
No puede haber dos estados, viviendo en paz uno al lado del otro, a menos que los palestinos acepten que Israel es el estado-nación del pueblo judío y que los israelíes acepten que el Estado Palestino será el estado para el pueblo palestino. En ausencia de esta base, no tendrá lugar ningún verdadero progreso.
El gobierno de Jerusalem ha dicho, en numerosas ocasiones, que está dispuesto a hablar. Ahora es el momento de la verdad para los palestinos. Deben elegir la negociación, con todo lo que implica una negociación, incluyendo concesiones por ambas partes.
La alternativa para los representantes del pueblo palestino es seguir demonizando a su único posible socio en la negociación, mientras esperan que la comunidad internacional incline la balanza a su favor. Pero el chantaje llevará al desastre. Las negociaciones deben llevarse a cabo de buena fe y no como un medio de ejercer diversas formas de presión internacional.
Es hora de que la comunidad internacional, comenzando por la ONU, diga que el tiempo de jugar juegos y de hacerse ilusiones ha pasado. Negociaciones serias sólo pueden ser llevadas a cabo por los propios israelíes y palestinos, sin importar la cantidad de ayuda o de buena voluntad que se provea desde el exterior. Un Estado Palestino declarado unilateralmente, que no sea el producto de negociaciones bilaterales, es pedir que Israel acepte lo inaceptable.
La diplomacia exige, sobre todo, la negociación y el acuerdo, no demandas unilaterales impuestas con desprecio.
Todos tenemos un sincero deseo de ver un Estado Palestino junto al Estado de Israel, viviendo una paz duradera y estable. Por consiguiente instamos, a todos los líderes de la Unión Europea y del mundo occidental, a rechazar de manera inequívoca la posición actual de la Autoridad Palestina. Instamos a los palestinos a que vean que la única manera en que pueden tener su propio Estado es a través de un acuerdo con los israelíes. Ninguna otra opción debería ser apoyada por la comunidad internacional.
Sólo el diálogo sincero y el reconocimiento incondicional de cada parte, por parte de la otra, pueden ser la base para nuevas negociaciones. Sólo el diálogo sincero y el reconocimiento incondicional de cada lado por el otro, puede sentar las bases de un estado palestino viable en el futuro próximo.
José María Aznar, ex Primer Ministro de España
NOTAS
http://www.ynetnews.com/articles/0,7340,L-4096005,00.html
Traducido para porisrael.org por José Blumenfeld
http://www.porisrael.org/porisrael/index.php?option=com_content&view=article&id=2180:como-no-tener-un-estado-palestino&catid=53:conflicto&Itemid=527
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